miércoles, 22 de enero de 2014

La espera



Ella está tendida en el suelo, desnuda. A él le gusta que ella esté desnuda mientras permanece vestido. Él sabe que este gesto la hace sentirse subyugada, en desventaja y disponible. Sus muñecas están esposadas delante de ella y encadenada al collar que rodea su cuello. No está incómoda. Le ha hecho esto para recordarle quién es él y lo que ella es. No está en libertad.

Ella escucha el movimiento de las páginas, mientras él lee su libro. Es bastante aburrido, está acostado. Pero, su aburrimiento está erotizado. Porque lo que quiere de ella, es que espere, a sabiendas de que será él quien decida si pasa algo. Ella no sabe lo que él pudiera querer hacer con ella, eventualmente, o cuando él crea o quiera hacerlo. O, incluso, si no quiere hacer nada, en absoluto. Simplemente, podría enviarla a la cama. Y ella se iría sin protestar, aunque podría permitirse el lujo de hacer gestos de puchero cuando no mirase.

Así pues, ella espera. Tendrá que esperar toda la noche si ese es su placer. Es humillante, sólo el acostarse desnuda, pendiente de su palabra, sin tener voz en el asunto. Y él, lo sabe y conoce que ella necesita esta humillación, lo cual la hace todavía más humillante. Ha llegado a darse cuenta que esto es lo que ella desea más y más. Lo que ella necesita. Para estar a su entera disposición. Ella sabe que lo hará todo por él, todo. Las cosas más extremas, las cosas realmente vergonzosas pueden ser más difíciles. Tal vez, ella no podría hacerlas si se tratara de su capricho, un capricho pasajero. Pero, ella sólo necesita sentir toda la fuerza de su deseo y saltará sobre ello. Si quiere algo lo suficientemente malo, ella lo hará por él.

Pero, lo único que él quiere ahora es que ella espere. Él no es cruel. Le ha preguntado si está lo suficientemente caliente y, de vez en cuando, le da un sorbo de su copa de vino. Él cambia de posición y estira una pierna, apoyándola sobre la cadera de ella. Ahora, parece que ella forma parte del mobiliario. Hay una palabra para esto: fornofilia. Una forma más de objetificación. Al final, todo viene a ser lo mismo, lo que sea que decida hacer, incluso, sin hacer nada, todo es lo mismo. Es absolutamente esencial para ella, renunciar a su derecho a decidir, a ponerse ella misma en sus manos.

“Tráeme otra copa de vino,” le dice. Ella se dirige a la cocina, esperando que haya una botella abierta. Manipular un sacacorchos con las esposas puestas puede ser complicado. Ella está de suerte. Vuelve con la copa de vino y se la entrega.

“Pon tu cabeza en mi regazo,” le dice. ¿Es esto progreso? ¿La llevará a algo más? Algunas veces, cuando ella está en esa posición, se ha metido su polla en la boca, no para chuparla, sino para mantenerla dentro. Cada vez más, ella ha llegado a ver que su sumisión tiene dos formas. Por un parte, se está sometiendo a todas las cosas que él quiere hacerle, follarla, hacerla sufrir y usarla de todas las maneras posibles. Pero, existe también la prestación del servicio, hacer cosas para él. No siempre se trata de cosas sexuales, aunque, de alguna manera, todo está sexualizado entre ellos. Simplemente, son cosas que a él le gusta que ella haga para él y por él y ella se presta felizmente hacer estos tipos de servicios. Algunos servicios puede ser por sí mismos muy humillantes, cosas que ella pensaba que nunca haría, cosas que ella nunca había pensado. Es extraño cómo las cosas brillan en cada uno, despiertan deseos que ninguno de los dos sabían que existían dentro de ellos.

Y, por lo tanto, espera para descubrir lo que él pudiera necesitar de ella. Tal como el poeta dijo: “También sirve quien está de pie y espera.” También se podría añadir a este verso: “O se acuesta o se arrodilla.” Milton, todo un tipo muy dominante.

6 comentarios:

  1. Aun no me acostumbro a leer su blog y sorprenderme de como es capaz de transmitir la necesidad de una sumisa en todas las facetas.. Y esta en particular.. Me parece extraordinaria.. Me encanta.. Como siempre... lauri.

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    1. Las sumisas tenéis la culpa. Todo se debe a ser como sois...Me gusta que me sigas y gracias,,,

      Feliz tarde

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  2. Aparte de disfrutar con la lectura, también me culturizo, ahora se quien es Milton!
    Saludos

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  3. Señor sólo quiero mostrar mi más absoluta admiración por su forma de escribir y narrar los sentimientos que se producen en una relación Amo/sumisa.... Le sigo desde hace timepo y Usted me ha motivado a escribir mi propio blog.

    Muchas gracias y un saludo afectuoso

    Tusumisapreferida

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    1. Gracias, por seguirme y que te haya inspirado es un halago digno de agradecerte...

      ¿Me puedes dar tu el link de tu blog?

      Feliz día...

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    2. Claro, Señor. Puede seguirme en: tusumisapreferida.blogspot.com

      Saludos y feliz día.. desde luego usted ha mejorado el mío...
      :)
      tu.sumisa.preferida

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