sábado, 1 de marzo de 2014

Haz que traicione a mi cuerpo

Puede ser que estés pensando que soy tonta. Aunque hayamos estado juntos unas horas, incluso, puede ser que no te conozca. Tal vez, estés involucrado con alguna de mis amigas. Puede ser que no me sienta atraída por tí. Tal vez, me haya reído de tus progresos y te mandé al quinto pino de un manotazo. Puede ser que incluso me hayas presionado hasta el punto de enfadarme y te he dicho que “no me jodas” con tu mirada. Puede ser que, incluso, te haya amenazado por seguirme o fastidiarte por continuar molestándome.

Por supuesto, todo esto te parecerá divertido. Vas a hacer que me desespere por verme libre antes de que esté dicho y hecho. Vas a hacer que me duela hasta que te ruegue que me toques, me lamas, me metas los dedos, me folles y hagas que me corra hasta que no pueda moverme.

Sí, me vas a dejar flácida como una muñeca de trapo, conquistada y usada para tu placer, en un charco de sudor y semen.

Tal vez, me encontrarás en la cama durmiendo. ¿Me vas a persuadir acariciando suavemente mi espalda y atarás mis brazos y mis piernas sin despertarme? ¿Me despertaré con tu cuerpo encima del mío y empezando a luchar contra ti, sólo para darme cuenta que me has clavado y fijado en la cama, con tu muslo apretado contra mi coño y, al luchar, estoy sintiendo el  calor y la fricción de tu fuerte pierna contra los labios de mi coño y mi clítoris y sintiendo dolor en el interior de mi vientre?

¿Me despertaré, obligada a encontrar tu cara enterrada entre mis piernas, con la sensación de tu lengua, tan exquisita, acariciando mi clítoris hasta el punto que no quiera que pares? ¿Se mezclarán mis gritos de protesta con mis gemidos de placer? Cuando involuntariamente yo empiece a retorcerme y  presionando tu lengua, ¿vas a meter tus dedos en mi coño y trabajarlo expertamente, llevándome al borde y poniéndome boca abajo hasta que me vuelva loca de lujuria?

Cuando finalmente me rompas, cuando mi cuerpo ya no escuche más a mi mente, cuando empiece a llorar y las lágrimas rueden por mi cara, mientras débilmente pido: “Por favor, oh, por favor, por favor, haz que me corra, necesito correrme…” ¿Dejarás de comerte mi coño y meter los dedos en mi boca, empapada de mi deseo por tí y obligarme a lamerlos y chuparlos hasta dejarlos limpio? Quiero hacerlo con un abandono total. ¿Lo haré para agradarte o con la esperanza de que me dés lo que tan desesperadamente necesito?

¿Frotarás con el glande de tu pene, duro, arriba y abajo de mi raja empapada, primero golpeando mi clítoris y, luego, mi palpitante y húmedo agujero? ¿Harás que te pida tu polla dura y gruesa? ¿La hundirás en mi coño tan dolorosamente lenta que no pueda ni respirar o la deslizarás de golpe dentro de mí, haciéndome gritar y correrme y retorcerme fuerte contra usted?

¿Me follará con lentitud y burlándose de mí, preguntándome si su verga me sienta bien, si me gusta la manera en que en que la siento en mi coño. ¿Me dirá que sabía que yo la quería todo el tiempo, siempre, incluso cuando no lo hiciera? ¿Va a hacer que le diga, una y otra vez, lo mucho que me gusta su polla, lo mucho que me gusta la manera que me folla? ¿Cómo iba a estar tan equivocada si nunca le rechazo?

¿O me va a coger con fuerza y rápido, diciéndome que soy su puta ahora o si quiero serlo o no? ¿Le diré sí, lo soy? ¿Va a pedirme disculpas por haber pensado que no le quiero? ¿Me hará correrme una y otra vez y nunca cejará de golpear mi coño hasta que me duela de gusto, de modo que no sepa si pedirle que pare o justo que coja su polla y chorree una y otra vez hasta que sienta que el jugo de mi coño chorrea por sus testículos? ¿Va a decirme que soy una putita y que quiere cada gota de semen que tenga?

¿Va a jadear y gemir mientras se prepara para correrse, maldiciendo y tildándome con palabras soeces mientras se cargas bien y se prepara para disparar? ¿Sentiré las sacudidas y los espasmos de tu polla en mi coño, mientras pinta el interior con grandes chorros de esperma? O ¿se correrá en mi cuerpo, mi estómago, mis pechos, mi cara y me dirá que estoy hermosa con tu esperma por toda mi cara, justo de la forma que me lo merezco?

¿Me liberará de las ataduras y me dejará sucia en la cama, con mi coño enrojecido, hinchado y dolorido?

Y lo más importante… ¿Me dirá que sigue siendo mi Amo?

Le decía ella a él.

5 comentarios:

  1. Mucha prisa Caballero, si me permite una crítica.

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  2. Claro que te permito las críticas...el post lleva el ritmo que el momento exige...

    Feliz día...

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  3. Me encanta, sobre todo porque esa sumisa va a tener respuesta a todas sus preguntas

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  4. Disfruto el aleteo de sus puntos suspensivos.

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    1. Esos puntos suspensivos predicen su futuro inmediato y el venidero...

      Feliz día

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