Los cuerpos presionados
fuertemente el uno contra el otro y una mano agarrando su garganta. Aliento
caliente en la parte expuesta de su cuello, haciéndole temblar las rodillas y
una creciente mancha de humedad en su ropa interior. Su mano libre cogiendo su
muñeca en previsión de los movimientos a seguir. Dolor abrasador y los colores
cálidos alrededor de sus ojos cerrados, mientras los dientes de él se hunden
con fuerza en su carne. La mano alrededor de su cuello se tensa y lo mismo
ocurre con la que está alrededor de su muñeca. Cualquier cosa, con el fin de
hacer que se mantenga quieta, mientras su compostura falla y ella intenta
luchar de forma gratuita. El dolor sólo crece y su grito de asombro inicial, se
torna en un grito de dolor.
Ella sigue luchando, lo cual
provoca que él libere su muñeca y la coja por la cintura. Tira de su cuerpo
fuerte contra el suyo y siente crecer su excitación, añadiéndose a la suya. De repente, hay una leve liberación
y el tiempo suficiente para recuperar el aliento. Los colores claros de sus ojos,
mientras el dolor disminuye. Él besa su mejilla y su hombro y, de vez en
cuando, le da pequeños mordiscos hasta que se relaja totalmente. Él se mueve
ligero y alarga su mano para coger un puñado de su pelo, tirando de su cabeza
hacia abajo para exponer la parte posterior de su cuello. Ella siente el
control de él sobre su cuerpo apretado, mientras la muerde dulcemente en la
base de su cuello. Ella gruñe de dolor, como una reacción primaria y lucha con
fuerza.
Los colores inundan de nuevo su
rostro y todo lo que quiere hacer, es huir, pero se siente como un animal
enchavetado, incapaz de moverse. Es su presa, justo, donde ella quiere estar.
Él tira para acercarla y ésta jura que él puede sentir lo fuerte que su corazón
está latiendo, mientras la sangre corre a través de ella. Cuando, por fin, deja
que su cuerpo se sienta débil y su cabeza confusa y aturdida, suelta su pelo y
la deja que levante su cabeza de nuevo, enviando otra ola de calor a través de
su corazón. Él la sostiene, sonriendo ante el trabajo de su mano, mientras ella
flota en su burbuja de dolor.
¿Ya no se puede dar a "más uno" en google para recomendarlo? Es un fastidio que no aparezca. ¿Lo han quitado los señores de blogger?
ResponderEliminarEste texto...buff, no sé, me hace desear tener esa conexión con alguien y a la vez estar lo más alejada de una situación así.. me confunde, me agita por dentro, me enciende también... Pero nunca dejo de leerle. No sé qué tiene, Ben Ali, ni qué busco yo.
Rode, si no sabes lo que buscas, me parece que estás perdida. Nuestro norte nunca lo debemos perder por muy escabroso que sea y, menos, si eres sumisa y estás en un proceso de búsqueda...
ResponderEliminarFeliz tarde
Bueno, sé cosas que quiero pero... Me parece que no tengo espíritu de sumisa. O es que no he dado con un buen amo, como usted decía en otra entrada..escasean.
EliminarUn día de estos me gustaría preguntarle algunas inquietudes, quiero conocer su punto de vista.
Cuando quieras Royo, incluso, si te quieres extender te puedes dirigir a mi mail del perfil. Con mucho gusto, te contestaré.
EliminarFeliz tarde