sábado, 20 de diciembre de 2014

Insatisfechas

De vez en cuando, recibo emails de lectoras cuyos maridos o parejas no comprenden su necesidad de ser azotadas (uso el término como una expresión de todas las variedades de experiencia de la D/s). Con frecuencia, estas mujeres han estado en una relación durante unos años, pero es sólo recientemente cuando ellas se han dado cuenta de lo mucho que sus necesidades sexuales están enfocadas en la sumisión. Ellas quieren ser azotadas, atadas, humilladas, usadas, abusadas o lo que sea, porque esa es la forma en que su sexualidad se expresa. Esto no es una opción para ellas, es algo profundamente arraigado en su psique, en la medida que el sexo vainilla ofrece placeres meramente superficiales.
No es raro que estas mujeres hayan llegado a darse cuenta, sólo más tarde en sus vidas,  de la verdadera naturaleza de su sexualidad. Tal vez, la primera vez que se casaron no eran conscientes de su necesidad subyacente de ser controladas. Tardíamente, se han dado cuenta que esta necesidad es insistente y cada vez más intensa. Su primer puerto de escala en su intento de satisfacer tales necesidades es, obviamente, su marido o pareja. Pero, con demasiada frecuencia, se encuentran con que su sexualidad no es complementaria a la de ellos. Él no quiere dominar.
A veces, esto aparece. Él es un buen chico que está muy a favor de las mujeres y piensa lo mal que lo pasan los hombres que quieren controlarlas sexualmente. Es posible que tales hombres hayan sido educados para ver si una mujer elige ser sexualmente dominada. No es un misógino el hombre que la someta. Él puede llegar a ser consciente de que el feminismo trata de que las mujeres tengan la libertad de elegir. Lo que ellas elijan es para ellas. No es para los hombres (ni para las otras mujeres) decirles lo que es apropiado.
Desafortunadamente, la mayoría de las mujeres que escucho, se encuentran en una situación mucho más difícil. No es que sus parejas piensen que los hombres de respeto no quieran azotarlas. En cambio, el hombre piensa que el deseo de una mujer a ser dominada sexualmente es raro, totalmente incomprensible o de que está enferma o es una pervertida. O, tal vez, el hombre sea simplemente indiferente a las necesidades sexuales de su pareja. En realidad, a él, no le importa mucho si ella consigue lo que necesita.
No es fácil ver cómo esta relación puede desarrollarse en la dirección que la mujer quiere. De acuerdo con mi experiencia, si al hombre no le gusta o no tiene inclinaciones para querer azotar, usted nunca lo convertirá en un Dominante. Con algunos hombres, aunque la dominación latente esté bien escondida, con paciencia y comprensión de la mujer, puede ser capaz de llevarlo a cabo. Pero si no la tiene, da por seguro que nunca podrás inculcársela.
He tenido mujeres en tales situaciones, que me han dicho: “Me siento egoísta el desear estas cosas, ¿por qué no puedo estar satisfecha con lo que tengo? Él es un buen marido en todos los sentidos, lo que sucede es que él no puede o no me dará nunca lo que yo necesito sexualmente.”
Soy muy cuidadoso de dar consejos. Después de todo, no conozco a estas mujeres íntimamente. Todo lo que sé es lo poco que ellas me dicen. Por lo tanto, no me compite recomendar una línea particular de acción. Tal vez, pudiera ser correcto para ellas tomar un camino desinteresado y negarse a sí mismas su satisfacción sexual. Pero no quiero pensar que me estén escribiendo, preferentemente, si estuvieran en paz y hubieran aprendido a vivir con una libido insatisfecha.
Algunas mujeres, desesperadas por encontrar el placer sexual en casa, lo buscan fuera de su matrimonio. Comprendo por qué sucede. Yo he estado allí. (Obviamente, también hay hombres que quieren ser dominantes, cuyas parejas no corresponden a sus deseos). Yo ni elogio ni condeno a quienes buscan una pareja para lo que ellas necesitan. Es una decisión seria, pero renunciar a tí mismo para lograr la satisfacción sexual, es también un asunto muy serio.

2 comentarios:

  1. Quizás no sea todo tan simple.
    Quizás si tu pareja te hace feliz, eres capaz de no ver como disfrutarias mas, aunque sabes que esto esta ahi dentro, que esa necesidad podria ser alimentada.
    Alguna vez has intentado algo y has visto que es imposible.
    Pero como le amas y nadie es perfecto, no lo piensas, no dejas salir ese pensamiento.
    Igual que no vives Nueva York, ni tu vida es de pelicula....te amoldas a lo que tienes y eres feliz.....
    Pero....y si un dia esa felicidad se acaba, y si un dia en vez de uno nos convertimos en dos y los deseos salen del subconsciente, si dejan de ser asfixiados y se empieza a pensar en uno mismo,.....entonces los dejas salir y recuerdas que estaban ahi desde pequeña, y decides vivirlo, dentro de tus posibilidades....y te sientes perdida, pero emocionada, y comienza la busqueda .
    E.













    ResponderEliminar
  2. Me siento muy identificado con este último comentario. Muchas Gracias E.
    Manuel

    ResponderEliminar