El cinturón es simplemente un tira de cuero. Como
tal, puede dar un golpe de una fuerza variable, dependiendo de cómo se ejerza y
también del grosor del cuero. Sin duda, es capaz de impartir un dolor intenso,
pero usado juguetonamente, puede producir un ligero picor.
Y, sin embargo, es más que eso, mucho más. Para
muchas mujeres sumisas, el cinturón es un implemento de propiedades casi
místicas. Porque no es simplemente un instrumento en las manos de un dominante
para intentar hacer una impresión contundente sobre el trasero de la sumisa. El
cinturón tiene una conexión muy personal con su dueño. Parece estar imbuido con
una parte de su personalidad. Después de todo, los hombres elegimos los
cinturones de acuerdo con la imagen de vestir de nosotros mismos. Si usted es
una persona de estar al aire libre y que cultiva una imagen de macho, buscará
uno algo pesado, incluso, puede ser hasta largo. Tal vez, hasta con una gran hebilla
de estilo campestre grabada con un diseño lujoso. Si le gustan las motos, su
cinturón puede ser de relieve con clavos de acero, que me imagino que pudiera
hacer temblar a alguna mujer. Si usted es de ciudad y sofisticado, le gustaría
algo más delgado y elegante. Cualquiera que sea su inclinación, el cinturón es
ciertamente para mostrar algo de su carácter. Es mucho más personal de lo que
pudiera ser una cane o una tawse.
Así que, cuando él se quita el cinturón para
ella, la sumisa siente que esto es la parte más íntima de los azotes, que él
está empleando algo de sí mismo para impartir dolor en su trasero. Pero todavía,
hay algo más que eso. Para azotarla con su cinturón, primero, él debe quitárselo.
Algunas mujeres experimentan un escalofrío especial con ese sonido suave y
silbante, mientras se desliza hacía fuera, a menudo, acompañado de un tintineo
metálico cuando la hebillas se libera.
He oído hablar de dominantes que usan la propia
hebilla para azotar el culo desnudo. No puedo decir que yo haya hecho eso. Es
probable que usted provoque una herida con sangre y eso es un límite muy alto
para mí. Pero, hay otras opciones que deben tomarse sobre cómo usar el
cinturón. Primero, ¿Lo usas largo o corto? ¿Lo doblas por la mitad y dejas que
todo el largo entre en juego? O ¿lo
doblas alrededor de tu mano un par de vueltas, para reducir la longitud
y, tal vez, sacrificar un poco la fuerza potencial, pero ganando en precisión?
En mi opinión, la precisión cuenta mucho en los azotes. Quieres crear un patrón
agradable, no una mescolanza de trallazos de golpes que van en todas
direcciones. Y esto no es sólo una cuestión de estética. Centrar sus golpes
dentro de un margen estrecho asegura que tengan el máximo efecto.
Una manera de garantizar una potencia extra, es
doblar el cinturón. Esto ofrecerá una carrera descendente más pesada y con
mucha más fuerza sobre el objetivo y esto es muy recomendable si quieres dar
una impresión muy contundente y unas marcas que duren.
Una cosa más. Los cinturones tienen otros usos en
la mente inventiva del dominante. En primer lugar, puedes atar a una mujer. No
es muy eficaz para restringir las manos, pero haciendo un lazo alrededor de sus
tobillos y luego subiendo la hebilla es muy fiable para inmovilizar sus pies. Y
un cinturón es también muy efectivo como collar con correa en el cuello de la
sumisa, enrollándolo alrededor del cuello y tirando de la correa.
Asegúrese que mientras usted esté haciendo todo
esto, los pantalones no se caigan. La risa de una sumisa sería una afrenta a la
dignidad del dominante.
jajajajajaja! bueno, si se caen los pantalones, ya se le ocurrirán otras cosas!
ResponderEliminarAdriana, ten por cierto y asentado, que al Dominante que se precie, siempre tiene su imaginación en activo y el pensamiento en su sumisa... algo se le ocurrirá
EliminarMmmmm. Como collar...
ResponderEliminarAnónimo, ¿no habás caido en ello?... El cinturón da muicho juego al dominante...
EliminarBuen día
Lo saboreaba. Me encanta como collar...
EliminarSeñor Ben Alí me encanta esa mezcla que hace de vez en cuando en sus escritos, muy serio pero con una pizca de humor. Eso sin duda deja ver que usted es una persona real. Un dominante de carne y hueso con emociones y que por tal hecho comprende a la mujer sumisa.
ResponderEliminarCon su permiso, me encanta señor Ben Alí.
Cindy
Gracias, Cindy. Y tan real que soy y, además, con humor andaluz...
EliminarBuen día