jueves, 8 de abril de 2021

La cosa O

 Así pues, aquí está la cosa. Para ella, los orgasmos son muy importantes.

Por supuesto que son para todas las mujeres, ¿no? Todas las mujeres sumisas ansían un orgasmo y cuando se les niega, bueno, no pueden soportarlo. O eso se dice.

Ella tiene mucha suerte. Su Dominante cree que un orgasmo es importante para una sumisa, y liberarlo y dárselo a su Dominante es vital. Y cuando esa sumisa ha pasado años sin apenas saber qué es un orgasmo, al margen de la masturbación, entonces, merece la pena liberar esos orgasmos para su Amo. Esta es la situación de ella.

Dentro de su relación matrimonial, los orgasmos para ella eran una excepción, más que una norma. Esto no se debe a ningún tipo de negación del orgasmo, sino a que su marido no comprendía cómo funciona el cuerpo de una mujer.

Durante los últimos cinco años, más o menos, ella ha aprendido más sobre su cuerpo y de lo que es capaz, que durante los años previos. Si bien esto es un hecho, también es algo con lo que su Dominante trata de lidiar.

En un chat muy reciente, esa sumisa preguntaba: “¿Cuál es tu número?” “¿Con cuántos hombres te has acostado?” Debido a que conoció a su marido siendo muy jovencita y sólo se acostó con él poco antes de casarse, su número real era tres.

Pero, hubo un par de hombres, además de este, que le ayudaron a entender de qué se trataba un orgasmo. Incluso si, en realidad, no hubiera tenido relaciones con ellos. Entonces, ella no puede contarlos como un número.

¿Se siente triste por haber tenido tres parejas sexuales y como máximo seis personas que le han permitido llegar al orgasmo?

¡No, para nada!

No se trata de cantidad, sino de calidad. Lo que puede decir, es que, cualquier falta de conocimiento y experiencia previas, ha sido reemplazada recientemente por una comprensión de lo que se puede lograr. Si ella muriese mañana, podría hacerlo sabiendo que se había realizado.

El buen sexo es importante. No obstante, había un par de hombres, con los que la penetración no formaba parte del acto sexual, pero seguían teniendo sexo. Esos hombres le ayudaron a comprender su necesidad de recibir un orgasmo. También le ayudaron a entender cómo dar placer a un hombre. Uno de ellos, le ayudó a darse cuenta de que no era frígida como insinuaba su marido, sino una persona muy sexualizada capaz de tener orgasmos múltiples. Esos hombres le ayudaron a allanar el camino para explorar a la persona que ella es hoy.

Ella es sumisa, eso lo sabe. Es sumisa de su Dominante al margen de su matrimonio.

Y lo más importante de todo es, que los orgasmos que disfruta hoy, le pertenecen a su Dominante, y esto la llena mucho más que saber que puede llegar a conseguirlo. Ha pasado bastante tiempo desde que lo hizo cuando Él no estaba en la habitación. Pero tal vez, el conocimiento de que puede hacerlo, ¿es suficiente?

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