“Cuando volvamos al hotel esta noche,
te voy a azotar con la fusta.”
“Ella pone el tenedor
sobre la mesa y me mira fijamente.”
“Tengo que hacerlo,” le digo. “Y
necesitas que lo haga.”
“No creo,” empieza a decir.
La interrumpo. “Es probable que
lo haya retrasado demasiado.”
Ella toma un sorbo de vino, no
muy largo.
“¿Dolerá mucho? Pregunta ella con
voz baja.”
“¿Qué pasaría si no lo hiciera?”
Ella insiste.
“Sí, pero, ¿dolerá mucho?” Ella
mira alrededor del restaurante para comprobar que nadie la está escuchando.
“Nunca será más de lo que puedas
soportar,” digo. “Cualquiera que sea la resistencia que opongas para sobrevivir
a la experiencia, siempre tendré éxito con tu colaboración.”
Ella miró dubitativamente. “Me
gustaría estar segura de que,” - dice ella – “pero tengo miedo de que no sea
capaz de recibir lo que usted quiera darme y, entonces, usted se decepcionará.”
“Nunca me decepcionaré si lo das
todo.”
“Me aseguraré de que usted lo
haga.”
Ella movió su trasero en su silla
como si, subconscientemente, mitigara el dolor
“Siento que usted va a llevarlo a
un nuevo nivel y, por lo tanto, no sé exactamente qué esperar, excepto que será
muy fuerte.”
“No te preocupes, previamente, te
calentaré primero muy bien. Haré lo que quieras.”
Ella le miró poco convencida.
“Pero, tiene que haber límites.”
“Siempre habrá límites,” digo. “Pero,
soy el único que decide cuales son. Hemos discutido antes esto. ¿Te he hecho
alguna vez algo que estés fuera de tus límites? No quiero decir que lo que tú
piensas, fueran tus límites anteriores, me refiero a lo que resultaron ser tus
verdaderos límites.”
“No,” admite ella. “Pero podría
haber una primera vez.”
“Yo sé cuándo parar,” digo. “Pero
no puedo dejar que tú decidas de antemano cuándo sería eso. Tienes que confiar
en mí, ¿no?”
“Por supuesto. Pero, todavía
estoy un poco asustada.”
“Yo no lo haría de ninguna otra
manera,” le digo. “Es por eso por lo que yo lo disfruto tanto.”
Cuanta carga de erostismo...me gusta.
ResponderEliminar...no los límites que nosotras como sumisas pensamos que tenemos, sino los que resultan ser los verdaderos límites....
ResponderEliminarcuánta verdad hay en ello!
Sólo tu Amo podrá descubrirte tus propios límites y sólo tu entrega a él os facilitará el camino...
ResponderEliminarBuen día...
Ben Alí
El miedo se presenta anticipado, tiempo de asimilar y afianzar aún más la confianza esencial, porque sabe Él cuales son sus verdaderos limites (los de ella)
ResponderEliminarPausado armonioso, suave en su desarrollo, me gusta
Saludos Caballero
El relato de este artículo fue real. el objetivo era impregnarla de miedo para crear un clima propicio para someterla y azotarla...y todo, con la pausa y el ritmo propio de ese momento...
ResponderEliminarFeliz día....