En las relaciones
vainillas, el sexo es el campo de batalla, escenario de constantes escaramuzas.
Algunas veces, es la guerra de guerrillas o de franco tiradores, el uno
enfrente al otro desde las azoteas, otras veces, la guerra de trincheras, en
resumidas cuentas, una campaña prolongada de desgaste. Si un acto sexual se
realiza, es solamente después de largas negociaciones, cada uno intentando una
ventaja antes de llegar a un acuerdo. Algunas veces, una parte es la perdedora
clara y forzada a pagar reparaciones. Si las cosas van realmente mal, puede
haber juicios por crímenes de guerra. Solamente si tienes suerte, podría haber
un armisticio de larga duración, en el que cada parte acuerda mantener un
status que incomoda y no reconstruir el stock de armas contra la reanudación
del conflicto. Tal vez, se recurra a un terapeuta como una autoridad para
mantener la paz, pero ellos no están armados y poco pueden hacer si los
contendientes están dispuestos a reanudar las hostilidades.
En una relación D/s,
las cosas son completamente diferentes. No hay lucha, porque todos los
problemas han sido resueltos. Una parte “ha forzado” una entrega incondicional
a la otra parte. El vencedor, seguro de su triunfo, puede ofrecer magnanimidad.
El vencido acepta que la resistencia será inútil. Por supuesto, pueden existir
revueltas ocasionales en pequeña escala contra la fuerza ocupante, pero
aquellas son fáciles e inmediatamente sofocadas. Lamentablemente, algunas
veces, la acción punitiva debe ejecutarse con el fin de desalentar a la
resistencia, pero esto es un poco más y la paz se romperá de nuevo. La
prosperidad florece en un entorno donde las fuentes del conflicto han sido
eliminadas y la interacción sexual fluye libremente a través de todas las
fronteras.
De acuerdo, ya lo sé.
Esta es la teoría. De hecho, solamente si la sumisa está totalmente reducida a
la condición de esclava se consigue un resultado perfecto. Y dudo que alguien
sea siempre una esclava voluntaria y completa. En la práctica, la sumisa nunca
es un tema sexualmente completo. Hay otras partes de su mente, otras de su
vida, que tienen, al menos, un status semi independiente. El dominante no puede
ayudar pero hace concesiones para ello. Él podría decidir, en vez de ocupar
todo el país, que permitirá una semi
autonomía en ciertas regiones, algo así como la Francia de Vichy.
Aún así, en una
relación D/s, el sexo nunca llega a ser un campo de minas, ¿verdad?
No estoy segura si se envió mi comentario :(
ResponderEliminarSigo tus comentarios con mucha atención y este artículo no lo has comentado
EliminarBen Alí
Lo veo como una lucha de poderes, cual de los dos domina más la situación y a la otra parte, pero es lo que te decía en otra de tus experiencias compartidas, yo lo llamo "el poder violento", todo se anticipa y en los mismos escenarios e intimidad se abre paso la rutina y el hastío se presenta, como también la insatisfacción y apatía, van cargando un cúmulo de sensaciones que poco a poco van minando a ambas partes, (eso siento).
ResponderEliminarCuando los roles están establecidos, pero no sólo eso, no hay conformismo, siempre se está evolucionando, creando nuevos caminos que te llevan a la plena satisfacción en ambas partes, se presenta el placer sublime, es su máxima expresión Él siempre innovando, buscando los límites de la seducción y ella en lucha constante de su interior para vencer sus miedos, para entregarse totalmente,(eso siento).
(Ya me dirás si estoy equivocando ambas relaciones)
Saludos Caballero
Dos palabras: roles definidos e inconformismo. Esta es la auténtica D/s y los motores que “tensionan” la relación para escalar satisfacciones y, por supuesto, siempre la autoridad del líder.
ResponderEliminarBen Alí
Un tema muy profundo el cual podría extenderme por la parte convencional, aunque con la palabra "rutina" creo que podría resumir todo, y por el otro lado D/s., no creo tener el suficiente conocimiento, como para decir algo coherente, aunque como yo lo siento, particularmente, me parecen muy correctas y acertadas las palabras de Ame y por supuesto las suyas.
ResponderEliminarUn saludo y muy feliz fin de semana.