He tenido varias
relaciones D/s. Estoy muy agradecido a todas y a cada una de las mujeres con
las que estuve involucrado. Todas me
enseñaron mucho y me dieron mucho. Son un grupo muy variado, con personalidades
ampliamente diferenciadas en apariencias y experiencias. Más allá del hecho
obvio de que todas eran sumisas, ellas no tenían mucho en común. Pero, hay una
cosa que todas compartían. Todas y cada una estaban casadas con un hombre que
no podían o no comprendían su sexualidad. Supongo que eso es por qué
encontraron su camino en mí. Si hubieran estado sexualmente satisfechas en sus
matrimonios, no hubieran tenido necesidad de lo que yo les ofrecía. (Si tu
primera respuesta a la idea de que las mujeres se desvían de sus matrimonios
por la satisfacción sexual, es una indignación moral, entonces, este blog no es
para ti).
No es que ellas odiaran
a sus maridos. Para nada, si esto fuera así, entonces hubieran dejado sus
matrimonios. Las cosas eran suficientemente tolerables para quedarse. Algunas
de ellas decían que amaban a sus maridos, otras que, al menos, les gustaban
mucho o poco. En un caso, creo que se quedó principalmente por sus hijos. Pero
el sexo no estaba funcionando para ninguno de los dos. Todas estas mujeres (por
favor, no piensen que han sido cientos y cientos) han hecho un esfuerzo para
hablar con sus maridos sobre sus necesidades. Han sido, algunas veces, muy
explícitas, otras, más con intentos codificados para describir qué era lo que
necesitaban para sentirse satisfechas sexualmente. Un par de ellas habían
persuadido a sus maridos para que intentaran aunque fuera por diversión. Pero,
en ningún caso funcionó. Esto nunca se hace si la mujer piensa que lo está
haciendo solo para complacerla. Si la dominación no es real, sino solo un juego
de acción para causar dolor o humillación y no imponer, de verdad, el control
sobre ella, entonces, es inútil. Es peor que intentar azotarte a ti misma.
Uno o dos de los
maridos reaccionaron ridículamente. No puedo imaginarme algo más deflactante
que desinflar el coraje para hablar de algo tan íntimo, un tema dentro de un
campo minado de apuros y malos entendidos, y luego encontrar que su intento por
alcanzar y establecer una comunicación sincera, sólo se cumple con un incrédulo
golpe de risa: “¿Qué quieres tú que yo haga?”
Podrías preguntarte, en
primer lugar, por qué estas mujeres se habían casado. Eran inteligentes y
ninguna de ellas estaba oprimida. ¿Cómo terminaron casándose con esos hombres
que no estaban en su misma longitud de onda sexual? Creo, arriesgando una
generalización, que cuando ellas se casaron, el sexo no era el primer motivo
para ellas. No quiero decir que no les gustara, sino tal vez pensaban que otras
cosas eran más importantes: la seguridad emocional y económica, una posición
social, la compañía, tener hijos, etc. Ya sabes cómo va. El sexo con sus
maridos era algo que hicieron con el fin de obtener las otras cosas. Realmente,
no era algo que hicieran para ellas mismas. Quizás, se hizo, como se hace con
frecuencia, una moneda o incluso un arma. Algo que usas para conseguir algo
más. ¿Pueden ustedes honestamente decir, señoras, que nunca se han abstenido
del sexo como una forma de castigo o como una estrategia de resistencia pasiva
contra el hombre que no se estaba comportando como vosotras queríais? O, ¿nunca
lo han usado como recompensa, por dejar de comprar ese vestido, para sacar la
basura o ser amable con vuestra madre?
Pero entonces, estas mujeres, con el paso del tiempo y en la
mitad de sus treinta y tantos años o más tarde, empezaron a sentir de una
manera diferente el sexo. Se interesaron más por el mismo. Empezaron a sentirlo
más. Y lo querían de una forma diferente. Empezaron a darse cuenta que lo que
ellas querían era, en realidad, un spanking severo (o ser atadas, ser obligadas
a comer su comida en el suelo como un cachorro, lo que fuera). Ofreciéndose
ellas mismas a un hombre, sometiéndose a él, estaban teniendo relaciones
sexuales por su propio gusto, por su propio bien, no como una manera de ganar
poder en el matrimonio o para compensar la falta del mismo. Al ceder el poder
sobre su sexualidad, ellas lo alcanzaban. Su necesidad por el mismo era tan
fuerte que todas ellas estaban dispuestas a arriesgar sus matrimonios.
La urgencia por
someterse es una cosa muy poderosa, ¿no?
Estoy segura que muchas personas están pensando en esto como un capítulo de sus vidas...
ResponderEliminar...y otras como un capítulo a experimentar para darle otro sentido a su vida, despertar de su letargo sensitivo y sensorial y entrar en otra dimensión de sensaciones...
ResponderEliminarEs todo un mundo a explorar...
Creo Caballero, que hay muchos motivos para que se de un matrimonio, creo que en parte puede ser que dentro de tu propia madurez existe inmadurez, porque te puedes dejar llevar por el enamoramiento o amor, pero no ves más allá de eso, y es un grave error, el matrimonio es un todo y al final si una de las partes que lo conforman falla, entonces es cuando se busca por fuera lo que debería existir dentro, errores que se lamentan que en algunos casos tiene solución y en otros no.
ResponderEliminarNo creo en usar la intimidad par conseguir un fin contrario a la satisfacción mutua.
Y por último, me parece Caballero que en el último párrafo es donde explicas los motivos de dicha búsqueda, con el paso del tiempo, la madurez total y sus fines decididos es cuando empieza a explorar su interior, su insatisfacción y su deseo de experimentar para llegar al clímax de su vida sensual, sexual e interna, solo necesita sentirse plena, satisfecha.
Así lo siento Caballero, un saludo
Es una excelente entrada, me identifico con ella, tengo 32 y ahora empiezo a buscar lo que en realidad deseo, como dice el post, a veces solo buscamos estar con alguien, pensamos que todo es amor, en mi caso no me importaba no alcanzar un orgasmo solo me importaba realizarme como madre, como profesional, como esposa, pero ahora busco mas, me gustaria ser dominada, pero a mi esposo no lo veria como mi dominante, y a veces es bueno buscar informacion, no para que lo vean como un engano hacia el, solo que a veces se despierta una sumisión que siempre ha existido, pero la queriamos ocultar porque en mi caso me sentia el bicho raro, y gracias al internet, a excelentes blog como este que lo descubri ayer, se que no soy ese bicho raro.
ResponderEliminarMe alegro que te asomes por esta casa y te pasees con tranquilidad. Te doy la bienvenida.
EliminarGracias.y buen día
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ResponderEliminarthis, such as you wrote the guide in it or something. I feel that you simply could do with some p.c.
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