Estaba viendo hoy algunos vídeos de un
hombre ocultando a unas mujeres en unas posiciones inusuales y difíciles.
Admiro en gran manera su trabajo. Es extremo y, para mis ojos, honesto. Mi
conocimiento es que lo reconoce como periodismo digital.
Más allá de apreciar la creatividad y el
arte, lo que realmente respeto sobre el trabajo del periodismo digital es la
interacción entre él y ella. Él nunca precipita sus movimientos. Hace las cosas
con una calma y manera deliberada. Apenas levanta su voz. Nunca se desnuda. Y,
sin embargo, tiene esa intensidad increíble sobre él que es erótica y
aterradora. Cuando una mujer está en sus manos, no hay duda del poder que tiene
sobre ella. Ésta tiene miedo de su poder, pero también una innegable atracción
erótica.
Esta interacción se demuestra claramente
en los vídeos.
Esto me lleva a preguntarme, qué clase de
mujer consentiría voluntariamente ser
tratada de tal manera, obligada a posiciones que otras pueden calificar de
degradantes o humillantes, pero que para ella son sensuales y satisfactorias.
Supongo que la respuesta más fácil sería
decir que ella, obviamente, tiene una baja autoestima y poco sentido de su
propia dignidad. Tal vez, incluso le achacarían una historia de abusos cuando
era niña. Una mujer que se sentía impotente.
Creo que ese tipo de respuesta es algo
que uno oye con frecuencia de la gente que no comprende la dinámica de la D/s.
A primera vista, parece que la sumisa es una alfombra pasiva que debe
tener algún tipo de problema psicológico
que le ha provocado esta condición.
No puedo estar en más desacuerdo.
De acuerdo con mi experiencia, se
requiere una tremenda cantidad de poder personal para que una mujer se someta
al poder de un dominante. Ella debe tener confianza en su propio sentido del
valor personal, así como estar lo suficientemente madura para procesar la
interacción dinámica de la D/s sin causarle tensiones indebidas. Estas
capacidades no se encuentran generalmente en una mujer felpudo o sin auto
estima.
Además, mientras el dominante está en el
control, su satisfacción se deriva de la energía que la sumisa proporciona. En
pocas palabras y dicho en román paladino, hay muy poca satisfacción en hacer
una sesión con un pedazo de carne pasiva. Tal cosa podría ser de interés para
un hombre que tenga poco sentido del poder personal, pero todos los dominantes
que he respetado y admirado, todos hablan de la misma cosa, que existe un
placer derivado del poder de la mujer.
A menos que la sumisa esté bien
equilibrada, sea potente y segura, simplemente, no puede desarrollarse como una
mujer de calidad. Cuando yo he entrenado a una mujer, este es el aspecto que
tenía que trabajar más. Muchas mujeres entran en conflicto cuando vienen a la
D/s. En sus corazones, suspiran por la misma, pero la sociedad dice que
someterse significa ser débil e impotente. Este conflicto debe ser reconciliado
antes de que ellas puedan realmente aprender sobre la “libertad de las
ataduras.”
También, los hombres dominantes con mucha
fuerza tienden a buscar sumisas fuertes (o tal vez, el reverso sea verdad). En
más de una ocasión, me he encontrado con mujeres que me han dicho que ellas
nunca se someterían a un hombre cualquiera, sino que se someterían a mí. ¿Por
qué? Lo natural llama a lo natural. El poder llama al poder. La gente busca el
equilibrio.
La noción total de un poder sumiso no
tiene sentido para mí, lo tiene la noción de un poder dominante. La sumisa,
bien realizada como persona, es segura, tiene confianza en si misma y es
poderosa. En su vida doméstica será dinámica, decisiva y con frecuencia una líder
de los demás. No hay contradicciones en esto, y tiene una lógica perfecta.
¿Qué dominante quiere un trozo de carne
pasiva cuando puede degustar la energía proporcionada por una mujer poderosa
que se ha sometido voluntariamente, que pidió que le impusieran su collar y
aboga por su “sumisión”? Y, una vez probada, nunca será capaz de volver a una
interacción más mundana o vainilla. ¿Tengo razón, carola?
Hay mucha discución en todo eso Ben Ali. No hay "problemas psicologicos", pero en toda vida y en todo crecimiento existe una "raiz"
ResponderEliminarSi..., existe una libertad en las ataduras, pero para sentirla, estoy segura que alguna vez te privaron de ella de alguna forma....si no fuese así, esa palabra carecería de sentido...
Kyra, para sentir "la libertad de las ataduras" no es necesario que te hayan privado alguna vez de la libertad. El concepto que explico es independiente y se circunscribe al ámbito de la realización personal como sumisa en una relación de intercambio de poder, en la cual puedes realizar las inquietudes ocultas que la sociedad las tiene clasificada como "raras" o "extrañas."
ResponderEliminarBen Alí
Primer comentario: Línea final hasta tu desacuerdo.
ResponderEliminarExiste mucha sensualidad en la armonía de la sumisión, se da quizás por la misma que lleva en sus movimientos lentos, sin premura y precisos, el miedo en ella creo es normal, porque nada hay de rutina, el poder violento puede ser precedido, un grito, un zarandeo, un golpe quizás, se sabe que llegará por la expresión del cuerpo y voz, pero el poder ejercido por alguien pausado, pensante, con voz suave, sensual en extremo y en los mismos extremos capaz de dominar no solo la mente toda su esencia es superior, caer rendida a un dominio así también lo es.
Bueno, la segunda parte es una explicación precisa "El placer se deriva de la energía que la sumisa proporciona"
Un saludo Caballero
Tus comentarios son terriblemente certeros y me llegan en directo porque me dan en la línea de flotación que me inspiró este artículo y otros que me has comentado...
ResponderEliminarFeliz día...
Para la sociedad el D/s. siempre será tema incomprensible, como bien dice, que clase de mujer consentiría esta clase de tratos? pero también está el Dominante, que hombre puede llegar a tratar así a una mujer? creo que fuera del D/s, ya sabemos las respuestas...
ResponderEliminarMe enoja mucho que me digan que soy una mujer débil, creo que poder llevar una vida "normal" he incorporar estas preferencias "mentales y sexuales" no es de personas con falta de valor, y mucho menos, por favor, nada de traumas psicológicos...que grotesco y absurdo...
Un saludo
Y gracias.