Más tarde o más temprano, cualquier
dominante que elija vivir este estilo de vida tendrá que tratar con algo que yo
llamo “el retroceso de la sumisa.” El retroceso ocurre cuando una sumisa cree
que ha sido tratada injustamente, se han aprovechado de ella o, simplemente,
está enfadada por algún problema que haya tenido que ver con la relación con su
Dominante. Según el Amo trate el “retroceso” de su sumisa, dice mucho sobre su
carácter.
Por supuesto, la manera más fácil de
tratar el asunto es de forma rápida y poniendo a la sumisa en su sitio
forzadamente, sin magnificar la situación. Una sumisa bien entrenada ha sido
enseñada para obedecer y así, cuando se le dice de no hablar más del tema o
dejarlo aparcado, lo hará. Si bien esto hace que la situación se tranquilice,
ciertamente, no se resuelve nada.
Probablemente, es mejor saber lo que está
pasando. Esto no es siempre evidente. A veces, una serie de preguntas pueden
ser necesarias antes de llegar al fondo de la cuestión. Sin embargo, este es un
tiempo bien empleado. Mientras, la sumisa tiene la oportunidad de expresarse,
tanto en términos de emociones como de problemas. Esto tiende a calmar las
emociones y también llegar al meollo de la cuestión.
Una vez que el problema se ha
comprendido, el dominante se enfrenta a una serie de posibles respuestas. La
primera será reconocer la situación, pero sin hacer cambios. Es la naturaleza
de una relación D/s en la que la sumisa no siempre será feliz. Así es la vida.
Por suerte, el asunto pasará.
La segunda respuesta será corregir la
situación. Sin embargo, hay que ser precavido. Hay que solucionar el problema.
Es sucumbir ante las exigencias. Como Dominante, no permita que las emociones
negativas de su pareja influyan en tus decisiones. Hacer esto, la enseñará a
que el enfado es otra manera de conseguir lo que ella quiere.
La tercera opción es disculparse. Muchos
dominantes se sienten incómodos haciendo esto, puesto que creen que el dominante
siempre tiene razón y es infalible. Les preocupa que el decir que lo sienten,
pueda erosionar su poder. Nada más lejos de la realidad. Los dominantes somos
humanos y, por consiguiente, cometemos errores. Lo que diferencia a un
dominante responsable es saber cuándo deben admitir su error.
Con suerte, usted no debería cometer
demasiados errores.
Creo que a las sumisas vocacionales, nos gusta que nuestro Amo sea "humano", con todo lo que eso conlleva, y no una especie de "Terminator" sin sentimientos.
ResponderEliminarQue "Dios" me salve de encontrarme con un Amo "infalible"...
Dulce{Adriano}
Precisamente, este post es también un alegato en favor de la bonhomía de los dominantes.
ResponderEliminarTambién reconozco que, no todos los Dominantes y sumisas de este mundo de la D/s, son vocacionales. Hay muchos pseudo-dominantes.Pero, el día a día,los desenmascaran.
Me agradan nuestras coincidencias
Feliz tarde...
Buenas tardes Ben Ali,
ResponderEliminarHe oído ya demasiadas veces que pedir disculpas hace debil a un Dominante, porque pierde la credibilidad ante su sumisa....Para mi es al contrario, cuando se es capaz de pedir disculpas demuestras una gran humanidad y yo quiero a mi lado a un buen dominante pero a una gran persona.
Le respeto mucho mas si se que cuando falle, que lo hace como todos, será capaz de reconocerlo y no de esconderse tras la supuesta razon del Dominante...pues entonces para mi...la pierde toda, perdiendo con ella mi confianza...
Gracias por compartir este pensamiento...me encantó leerle.
Un abrazo
Buenos días, dana:
ResponderEliminarBajo mi punto de vista de Dominante, existe en la inmensa mayoría de los dominantes el falso concepto de las certezas de sus decisiones y de su perfección humana en relación con el liderazgo con su sumisa. Falso error.
Los Dominantes nunca debemos olvidar nuestra condición humana, sujeta a todos los errores y aciertos del cualquier ser humano, al igual que no perder nuestro sentido de la humildad y reconocer nuestros nuestros fallos. Este reconocimiento nos dignifica ante nuestras sumisas.
Al ser el Dominante quien toda la mayoría de las decisiones con respeto a su sumisa, más expuesto estamos a equivocarnos.
Una buenas dosis de humildad nos fortalece.
Muchas gracias por asomarte a esta ventana y dejar unas palabras...
Un abrazo...