Una buena amiga, recientemente, me envió
un artículo académico que investigaba el papel del poder en la motivación
sexual. ¿Hasta qué punto, el poder tiene que tener deseo o falta de deseo para
tener relaciones sexuales?
Lo que hizo que este estudio me
interesara, fue el hecho de que intentaba clasificar el sexo en dos grandes
categorías. La primera era llamada “sexo usual” y la segunda, “sexo inusual”.
El sexo no frecuente son aquellas actividades que la mayoría de la gente no
siempre hace cuando tienen relaciones sexuales.
Por ejemplo, ¿jugar al Trivial o fregar
los cubiertos?
No contento con esta división artificial,
los autores del estudio fueron más lejos al describir ciertas de estas actividades
inusuales como dominantes o sumisas. Los comportamientos dominantes eran azotar
a alguien o atarlo y los comportamientos sumisos eran ser azotadas o atadas.
Tengo algunos problemas con estas
definiciones y etiquetas.
Parte del problema que tenemos la gente
de la D/s es una falta de comprensión por parte de los demás, cuando se trata
de describir lo que significa estar en una relación D/s. Esto me lleva a pensar
que antes de escribir mucho más aquí, creo que tiene sentido elaborar algunas definiciones de los términos
que usaré en el futuro.
Por lo tanto, vamos a ello.
El poder.-
El poder es complejo porque se refiere a la capacidad de conseguir que se hagan
cosas de la manera que uno quiere, pero también se refiere a la energía que se
siente tanto por el dominante como por la sumisa cuando interactúan. Así por un
lado, el poder es algo que el dominante tiene, pero es también algo que tanto
el dominante como la sumisa sienten. ¿Cómo pueden ser reconciliadas estas diferencias?
Simplemente por la comprensión que se deriva de la otra parte. Si la energía no
se siente en la pareja, entonces, el dominante no tiene ningún poder de
control. Uno podría preguntarse cuál es el valor del poder para la sumisa, ya
que a diferencia con el dominante, el poder no le da a ella ningún control
real, si nada se hace con el control a distancia. De nuevo, la respuesta es
simple. Para ella, el poder es la energía que ella necesita para desempeñar las
tareas, los rituales y las disciplinas que ella tiene asignadas. El poder da
energía a su comportamiento.
La dominación.- La dominación es un estado mental y de comportamiento.
Trata sobre el control, la manipulación y la posesión. Dominar a otra persona
es tener el poder de controlarla, modificar sus actos y conductas. Estrictamente
hablando, tiene que ver muy poco con el sexo, aunque tal vez, no es
sorprendente que la gente de fuera la vea desde este punto de vista.
La sumisión.- Como la dominación, se trata de un estado de ánimo. Trata
sobre el servicio, la estructura y la dedicación. Al ser sumisa, se consigue
satisfacción en la realización de las tareas, rituales y disciplinas para otra
persona. Nuevamente, muchos confunden esto con el sexo, pero, en realidad, se
deberían mantener separados. Muchas mujeres sienten que el ser sumisa implica
ser pasiva, una alfombra. Nada más lejos de la realidad. La sumisa bien
entrenada y desarrollada es vital, energética, capaz de trabajar por su cuenta
y tiene criterios sólidos (e incluso necesidades muy fuertes).
La D/s continua.- Creo que cada persona está predispuesta a ser sumisa o
dominante. Es también mi creencia que, en general, los hombres tienden a estar más predispuestos a dominar mientras que
las mujeres parecen tender a estar genéticamente “codificadas” para ser
sumisas. No todos los hombres y mujeres encajan en estas categorías, muchos no lo
están.
Sin embargo, como muchas otras cosas, no
todo el mundo siente su carácter dominante o sumiso en la misma medida. En
pocas palabras, algunos lo sienten mucho más profundo e intensamente que otros.
Esto implica que aquí hay una continuidad de sentimiento, desde extremadamente
sumisa hasta extremadamente dominante. Si pudiéramos asignar un valor numérico
a este grado, sospecho que los resultados seguirían una curva normal, la cual,
es decir que, la mayoría de la población caería en algún lugar del centro de la
línea (siendo ligeramente dominante o sumisa) y que encontraríamos a poca gente
cerca de los extremos.
En mis próximos posts, haré frecuentes
referencias a este modelo.
BDSM.-
Mucha gente no es consciente que la BDSM no solamente implica el Bondage, la Disciplina,
el Sadismo y el Masoquismo. De hecho, se refiere a tres formas diferentes de
interactuar. 1) B/D, 2) D/s y 3) S/M. Es importante recordar que estas cosas
son muy diferentes, a pesar de que muchas personas participen en las tres al
mismo tiempo. En particular, es importante recordar que la B/D y el S/M, son
principalmente de naturaleza sexual. La D/s es más sobre un estilo de vida, el
cual la gente lo vive en el día a día.
No confundir el fetichismo sexual con un
estilo de vida. Sé que muchas parejas de la D/s tienen una vida sexual bastante
vainilla y sé que mucha gente está comprometida con el juego S/M y que apenas
muestran ningún tipo de comportamiento fuera de las sesiones.
Esto también es algo que voy a explorar
en el futuro.
El estudio, al que me referí al
principio, concluía que el poder parecía jugar un papel solamente para una
parte de la pareja en las relaciones vainillas (el hombre me da sexo, la mujer
– no puede tener sexo), pero en el entorno de la D/s, ambas partes sienten que
tienen el poder. Interesante, ¿no?
A mi entender, creo que el poder está presente en cualquier relación, ya sea D/s, vainilla, filial, laboral, etc, y para que éste sea efectivo, las dos partes de la relación deben sentirlo, aunque en la D/s todo se siente y se vive con mayor intensidad...
ResponderEliminarInteresante post y chapó por las definiciones...
Saludos de viernes.
Dulce{Adriano}
Una vez más, estoy de acuerdo contigo,Dulce. El poder existe en todas las relaciones humanas, pero en ninguna se vive con tanta intensidad, profundidad y consciencia como en una relación D/s.
ResponderEliminarEn la medida que sepamos definir la relación u la comprendamos, dependerá el éxito de la misma.
Me agrada que compartas mis puntos de vista sobre este tema.
Gracias por tus comentarios.
Feliz noche y fin de semana.
Ben Alí