Uno de los comentarios hechos por una
lectora fue en el sentido de que una sumisa podría tolerar comportamientos
sádicos por parte de su dominante como otra manera de servirle y agradarle.
Dado que la disposición a servir se encuentra en el corazón de la sumisa,
parece lógico que esté dispuesta a aceptar ciertas cosas, incluso, aunque no
las disfrute, sólo por el mero hecho de que complacen a su Dominante.
Por supuesto, esto no la definiría a ella
como una mujer masoquista, sino más bien como una sumisa dispuesta a llegar a
cualquier extremo para servir y satisfacer los deseos y la voluntad de su Dominante.
Algunos podrían llamar esto como una
especie de sacrificio.
Creo que esto es un tema bastante
importante. El concepto de auto sacrificio al servicio de otra persona no es
nuevo, ni es único en la experiencia de la D/s. Nos envuelve diariamente. De
hecho, me aventuro a suponer que todos tenemos un momento o hemos sacrificado
nuestros deseos por otra persona, ya sea por un niño, un hijo, un padre, un
amigo, un Dios, etc. Creo que esto forma parte de lo que nos induce a los seres
humanos a llevar a cabo actos altruistas.
Sin embargo, en el caso de una sumisa
profunda, esta habilidad para sublimar su propia posición en el servicio es
bastante especial. Así que, puedo entender cómo una sumisa puede ofrecer su
cuerpo a los dolores y los placeres que su dominante le proporcionará, no
necesitando más motivación que saber que serán agradables para él. De hecho, he
estado con una mujer que me ha expresado ese sentimiento – “Úsame para tu
placer. No pienses en el mío. Mi satisfacción está en servirte y saber que ha
sido agradable.”
Y, por supuesto, esto no solamente puede
ocurrir en el aspecto de la sexualidad y el erotismo. Existen muchas
disciplinas y rituales que no son muy agradables y placenteros para ella y que
un dominante puede exigir a una sumisa. Sin embargo, ella los lleva a cabo.
Pero que, alguien ofrezca su cuerpo, no
es lo mismo que sentir una sensación extrema por la satisfacción sexual. Hay
una línea muy fina, pero que yo veo como un elemento crítico para comprender la
diferencia entre la sumisa y la masoquista.
Como ya he mencionado, me siento tanto un dominante como un sádico
responsable. Por lo tanto, tiendo a buscar mujeres sumisas que estén orientadas
sexualmente hacia el masoquismo. Afortunadamente, parece que hay muchas más
mujeres por ahí de las que imaginamos.
leerlo es como leer en mi alma...
ResponderEliminarme prmitirá visitarle con frecuencia y perderme en sus lìneas?
besos de una kajira
Por supuesto, que te permito visitar mi blog cada vez que quieras. Esta abierto incluso para las kajiras...
ResponderEliminarPor otra parte, te agradezco tu visita y tu comentario
Un saludo
Ben Alí