Vi esta pregunta en un foro y me
pareció muy interesante.
Al principio, los dos términos
parecen casi sinónimos, uno de ellos por ser más técnico (medicina), mientras
que el otro es mucho más común en la lengua vernácula. Pero, contra más pienso
sobre ello, más me doy cuenta de que es más posible una mujer sea masoquista y
no una puta del dolor.
De acuerdo con el diccionario del
Sadomasoquismo (DSM), el masoquismo sexual puede definirse como:
“Un
trastorno caracterizado por cualquier fantasía sexualmente excitante, impulsivo
o una conducta en la que, el individuo
es humillado, azotado, atado o, de alguna manera, el hecho de sufrir.”
Aunque no siempre estoy de
acuerdo con el DSM, esta parece ser una definición bastante buena, con la única
excepción de que no considero que sea un desorden en sí mismo. Dejando eso de
lado, creo que aquí, la palabra clave es “sufrir.” Sin importar si la fuente
del malestar sea unos azotes físicos, una inmovilización con cuerdas,
humillación, etc., que siempre termina en la masoquista para excitarse a través
de algún nivel de sufrimiento.
Pero, ¿qué pasa si no hay
sufrimiento?
Por ejemplo, me gusta azotar a mi
chica y, azotarla durante mucho tiempo, en particular, cuando está atada. En
estos casos, tampoco soy muy amable. Más bien, raras veces la oigo gritar con
una expresión de dolor. Ya que parece estar, de alguna manera, más tranquila
con el gemido ocasional del placer, con frecuencia, al alcanzar el orgasmo.
Cuando le pregunto sobre el dolor, ella siempre está confundida. Dice que no siente dolor, sólo placer. Ahora
bien, he azotado a otras mujeres de la misma manera y muchas de ellas me han
dicho lo doloroso que fue.
Por lo tanto, dado que mi chica
obviamente no sufre, entonces, supongo que no puede ser clasificada como
masoquista. Sin embargo, desde que ella se excita claramente con la aplicación
de un estímulo que muchas otras lo encontrarían doloroso, tal vez, se requieran
otros términos para definirla…tal vez pudiera ser, ¿una puta del dolor?
Al final del día, lo que he aprendido
es que diferentes mujeres tienen diferentes tolerancias a la estimulación. El
placer de una será el dolor de otra. Esto tiene algún sentido para mí. Algunas
mujeres realmente disfrutan sintiendo el dolor, la fuerte mordedura del látigo,
el flash ardiente del goteo de la cera o el confinamiento de las cuerdas.
Como sádico, puedo disfrutar de
ambas clases de mujeres, ya sean masoquistas o con cualquier otra etiqueta que
quieras darles.
La diversidad es divertida
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