Estoy sobre mi espalda y ella
se mueve encima de mí, abriéndose a horcajadas, dispuesta a montarme. Después
de algunas bromas, al final, se hunde dentro de mí, profundamente y doy un
grito fuerte. Ella empieza a moverse arriba y abajo sobre mi pene, mientras que
yo juego con sus pezones y pellizco sus nalgas.
Ella se inclina para besarme y
nuestras lenguas bailan. Mi mano izquierda agarra su pelo por la nuca, para
presionar fuertemente sus labios contra los míos. Mi mano derecha azota
juguetonamente sus nalgas unas pocas de veces, luego empieza a explorar entre
ellas. Mi dedo se empapa con algunas manchas de su humedad, decido “molestar”
su pequeño y apretado ano. Lo froto con círculos lentos a medida que ella
oprime su coño contra mi pene con mayor vigor.
Ella rompe el beso para
acusarme: “Eres un Dominante terriblemente malo.”
Pero, hay un atisbo de sonrisa
en la acusación y sus acciones me dicen más que sus palabras. Ella levanta su
cuerpo ligeramente permitiéndome un mejor acceso para jugar con su culo. Y
continúo jugando…acariciándolo…sin presionar a mi dedo para que entre, pero
flirteando con su orificio…dándole una sensación añadida mientras continúa
cabalgando sobre mi pene.
Sé que la intensidad, al estar
encima de mí, se hace agotadora, así que no me sorprende cuando se baja de mí y
me dice que lo prefiere desde atrás. Estoy más que feliz por hacerlo. Me recibe
a cuatro patas y me muevo por detrás de ella. Ahora, me empiezo a sentir carnal,
como un animal, y ella sabe que voy a follarla violentamente.
Su coño está absolutamente
empapado y la penetro de un golpe largo. Empiezo a moverme a ritmo lento y
constante, porque quiero que esto dure. Bajo mi mano derecha y compruebo que mi
pene entra y sale de ella. Empapo mi dedo corazón de su humedad, asegurándome
de que está bien y resbaladizo, luego, lentamente lo introduzco por su apretado
anillo. Su lamento se hace más profundo y gutural conforme mi dedo se desliza
hacia su interior.
Cuando mi dedo está introducido
en su ano hasta el primer nudillo, hago una pausa. Aunque no debería ser, estoy
aún sorprendido por el grado de presión que soporta. Empiezo a empujar mi dedo
más hacia dentro, manteniendo el ritmo lento mientras la follo por su coño.
Cuando mi dedo está completamente introducido en su ano, lo saco poco a poco.
Ahora, ya ha sido usada por mí
y puedo empezar una doble penetración con cada embestida. Mi polla y mi dedo se
mueven al unísono – entrando… saliendo. Sus gemidos de placer son ahora gemidos
de orgasmos y no tengo ninguna compasión. Penetro su coño con más ímpetu y
rapidez, sintiendo que mi propio clímax se está acercando…y mi dedo se
introduce más profundamente en su culo con cada movimiento.
Mi orgasmo llega antes de lo
esperado. Con un salvaje impulso, me introduzco en su culo lo más profundamente
que puedo, intentando llenarlo por completo. Doy un grito enorme mientras me
libero…luego, estoy dentro de ella durante un rato mientras, poco a poco, me
vengo abajo. Finalmente, me retiro de ella, mi polla y mi dedo se salen al
mismo tiempo. Nos derrumbamos en la cama, completamente agotados.
“Eres más que malo,” dice ella.
“Me
gusta…” contesta él, socarronamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario