viernes, 30 de agosto de 2013

Amor y dominación



He aquí lo que le escribí recientemente a una sumisa en respuesta a una pregunta sobre los problemas de ser dominante en una relación romántica de amor con su sumisa. Es otra variante sobre lo que he escrito anteriormente con respecto a este tópico.

En este artículo voy a tomar una posición diametralmente contraria.

Es mi creencia que la integración del amor romántico en una relación del estilo de la D/s es difícil y está plagada de peligros. Digo, en un estilo de vida tipo de la D/s en particular, porque no creo que hayan los mismos problemas para aquellos que tienen sesiones, ya sean de sadomasoquismo o para aquellos que exploran sólo la dominación.

Sin embargo, para el estilo de vida de la D/s y, en particular, para el dominante, la situación es más difícil. He observado con mucho interés que muchas de las mujeres que han respondido a este tópico, han hablado del amor por su Amo, incluso, de que no podrían llegar a ser su esclava si no le amaran. Si bien, hay ciertos aspectos, los cuales yo refutaría (si tuviera tiempo o inclinación), en general. Creo que todo esto es por el bien de ellos, pero, en realidad, hacen la situación mucho más compleja para el Dominante.

Consideremos el emparejamiento entre un hombre dominante y una mujer sumisa, donde la pareja está también profundamente enamorada. Tal vez, incluso, casados. La mujer comete un error que requiere un castigo. Con el fin de que el castigo sea efectivo, debe ser muy severo, pero el hombre ama a su mujer. ¿Cómo puede él hacer daño a la mujer que ama? Para el dominante, sin vínculos románticos, esto no es un problema. Pero, entre los amantes, habrá muchos conflictos potenciales de intereses.

Ahora, vamos a poner un ejemplo más difícil. La misma pareja, pero con un problema diferente. Una nueva mujer ha llamado la atención de nuestro hombre. Ella ha sido provocada por su poder y atrapada por el ardor de la fiebre virginal de la sumisa. la inclinación natural del dominante hace que este responda a este tipo de “llamadas.” Él disfrutaría mucho controlando, realizando y potenciando a esta nueva chica. Pero también, él puede haber hecho votos y juramentos a su esposa (y sumisa). O, incluso, si no los ha hecho, sabe y sospecha que hacer tal cosa sería herir a su amante. ¿Cómo se resuelve este problema ético? Una vez más, para el dominante que no está enamorado no  hay ningún problema. Lo más probable es que él le haya anticipado a su sumisa cuáles son sus intenciones con respecto a otras mujeres. Pero, para el marido, amante, amigo, dominante y Amo, las respuestas son mucho menos claras.

Sin embargo, no todo está perdido. Hay muchos casos de éxitos al combinar el amor con la D/s. En mi propia experiencia, la clave está en una honestidad valiente, una confianza inquebrantable en la integridad personal y la capacidad para mantener el equilibrio en el marco del control de la sumisa y centrar la felicidad de su amante que ahora se ha convertido en esencial para su propio sentido del bienestar.

2 comentarios:

  1. Dentro del dolor se afianza más el nudo profundo cuerpo y alma.

    La honestidad como bien mencionas Ben Ali, siempre es la mejor opción, yo si creo en el amor en cualquier tipo de relación siempre que exista lo que ya has mencionado y en lo que estoy totalmente de acuerdo.

    Un saludo Ben Ali

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    1. Buenos días, y muchas gracias por seguirme...

      Estoy contigo, siempre cuerpo y alma...

      Feliz día

      Ben Alí

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