sábado, 5 de septiembre de 2015

Un inventario de mis implementos: La tawse

La clásica tawse es una tira de cuero de unos ocho centímetros de ancho. Un extremo tiene forma de mango y el otro, está cortado por la mitad hasta un tercio de su longitud. No soy capaz de precisar el motivo de la hendidura. He leído que esa raja permite el paso del aire en el momento del impacto. Aire que, de otra forma, actuaría como un cojín amortiguante y así mitigar la fuerza del golpe. Pero, no estoy del todo seguro de que esto sea técnicamente plausible y la raja pueda ser sólo una característica del diseño, cuyo propósito original se ha perdido en las brumas del tiempo.
Ciertamente, la tawse tiene una historia venerable, tradicionalmente favorecida por los maestros de escuelas escocesas de la vieja usanza, cuyo lema decía: “La letra con la sangre entra” (un dicho que recientemente he descubierto que procede directamente de la Biblia, esa fuente infinita de tantos pecados y castigos). Sea como fuere, es un implemento que aprecio. Una de las razones por las que me gusta tanto, es por el sonido que hace. Una tawse correctamente aplicada ofrece un solo picor en el lugar adecuado, pero también, un ruido fuerte y claramente definido. Es un ruido bastante diferente del que se obtiene con el cinturón, un látigo o una cane, muy centrado, una roncha clara que creo que causa un efecto excelente tanto en el Spanker como en la persona azotada. Para esta última, creo que puede inducir una sensación de que ella está siendo azotada justo un poco más fuerte de lo que realmente es el caso, aumentando así el efecto del propio golpe.  Si es muy sonoro, realmente, debe doler mucho.
Otra cosa que me gusta de la tawse, es que hace marcas muy buenas. Si quiero asegurarme que mi sumisa tenga el trasero bien marcado al día siguiente e, incluso, una semana después, yo no usaría la tawse o, al menos, me gustaría complementarla con algo más. Para hacerle realmente una marca, se necesita una cane o una fusta. Pero una tawse producirá un tono rosado más agradable, convirtiéndose en rojo si es aplicado durante un tiempo suficiente. Un cinturón o un flogger harán lo mismo, pero la tawse asegura una mancha de color más difusa que puede ser estéticamente gratificante.
El dolor que una tawse produce, obviamente depende de la fuerza con la que se aplica. Pero, también depende del espesor del cuero. En la actualidad, la mía es más fina, lo que significa que crea un sonido más agradable e incluso, un color encantador. Pero, no me parece que le duela tanto a una sumisa como ella necesite. Es perfecta para un precalentamiento, pero si no quiero decepcionarla, tengo que seguir con algo más contundente. Tal vez, para Navidad, voy a conseguir un modelo más robusto. Creo que uno no tiene que tener demasiados implementos de corrección.

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