viernes, 8 de abril de 2011

Otra dimensión de la sumisión

Uno de los comentarios hechos por una lectora fue en el sentido de que una sumisa podría tolerar comportamientos sádicos por parte de su dominante como otra manera de servirle y agradarle. Dado que la disposición a servir se encuentra en el corazón de la sumisa, parece lógico que esté dispuesta a aceptar ciertas cosas, incluso, aunque no las disfrute, sólo por el mero hecho de que complacen a su Dominante.
Por supuesto, esto no la definiría a ella como una mujer masoquista, sino más bien como una sumisa dispuesta a llegar a cualquier extremo para servir y satisfacer los deseos y la voluntad de su Dominante. Algunos podrían llamar  esto como una especie de sacrificio.
Creo que esto es un tema bastante importante. El concepto de auto sacrificio al servicio de otra persona no es nuevo, ni es único en la experiencia de la D/s. Nos envuelve diariamente. De hecho, me aventuro a suponer que todos tenemos un momento o hemos sacrificado nuestros deseos por otra persona, ya sea por un niño, un hijo, un padre, un amigo, un Dios, etc. Creo que esto forma parte de lo que nos induce a los seres humanos a llevar a cabo actos altruistas.
Sin embargo, en el caso de una sumisa profunda, esta habilidad para sublimar su propia posición en el servicio es bastante especial. Así que, puedo entender cómo una sumisa puede ofrecer su cuerpo a los dolores y los placeres que su dominante le proporcionará, no necesitando más motivación que saber que serán agradables para él. De hecho, he estado con una mujer que me ha expresado ese sentimiento – “Úsame para tu placer. No pienses en el mío. Mi satisfacción está en servirte y saber que ha sido agradable.”
Y, por supuesto, esto no solamente puede ocurrir en el aspecto de la sexualidad y el erotismo. Existen muchas disciplinas y rituales que no son muy agradables y placenteros para ella y que un dominante puede exigir a una sumisa. Sin embargo, ella los lleva a cabo.
Pero que, alguien ofrezca su cuerpo, no es lo mismo que sentir una sensación extrema por la satisfacción sexual. Hay una línea muy fina, pero que yo veo como un elemento crítico para comprender la diferencia entre la sumisa y la masoquista.
Como ya he mencionado,  me siento tanto un dominante como un sádico responsable. Por lo tanto, tiendo a buscar mujeres sumisas que estén orientadas sexualmente hacia el masoquismo. Afortunadamente, parece que hay muchas más mujeres por ahí de las que imaginamos.

2 comentarios:

  1. leerlo es como leer en mi alma...

    me prmitirá visitarle con frecuencia y perderme en sus lìneas?

    besos de una kajira

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  2. Por supuesto, que te permito visitar mi blog cada vez que quieras. Esta abierto incluso para las kajiras...

    Por otra parte, te agradezco tu visita y tu comentario
    Un saludo

    Ben Alí

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