Recientemente, me preguntaron sobre la diferencia entre sumisión y obediencia. Esto es algo que he tenido en mi cabeza, pero, en lo que nunca había pensado mucho. De hecho, tuve que tomarme un tiempo para pensar en esto y en cómo veo la diferencia, lo cual fue más difícil de explicar de lo que yo pensaba al principio. Tenía muchas ideas sobre esto, pero llegar a expresarlas con palabras, es un poco más difícil de lo que yo pensaba.
Con un poco de ayuda de mi amigo Google, se me ocurrió una idea bastante clara de lo que estaba bailando en ese espacio interior mío, de Dominante, entre mis oídos. La obediencia y la sumisión no son lo mismo, aunque similares. La obediencia es una cuestión de conciencia y comportamiento exterior. Es el acto de completar una tarea, una orden o una norma. Es la reacción real, por así decirlo. La obediencia no es necesariamente someterse, puesto que es parte de la sumisión. La sumisión, por otro lado, es la no resistencia interna, el cumplimiento y la entrega de uno mismo. Es una cuestión de lo que vibra en el corazón. Se trata de lo que sientes.
Siempre he dicho que, personalmente para mí, no quiero una mujer que haga algo y se comporte en base a mis demandas, órdenes u obligarla a que haga algo. Quiero una mujer que haga todo esto, porque es lo que ella necesita, siente y tiene el deseo de hacer por mí. Ella actúa, se comporta u obedece, porque tiene necesidad de hacerlo y lo siente desde dentro. Entonces, sin ella saberlo, estaba expresando su deseo de sumisión en oposición a la obediencia directa. Sin embargo, la obediencia es parte de su sumisión.
Para muchas sumisas, es el acto real de obedecer lo que puede resultar difícil. Ella puede querer y necesitar someterse, y sentir eso en su interior, pero el acto real de mostrarlo a través de la obediencia, puede ser duro o difícil aceptarlo. Esto puede que no sea el caso en el día a día de la sumisión y la interacción, pero es, especialmente cierto, cuando se presiona y se lidera más agresivamente su sumisión. Aquí es donde la confianza juega un papel muy importante en una relación D/s. Una sumisa tiene que confiar en su Dominante, en la forma que la guía, en su intención de cuidarla y en que tiene sus mejores intereses en el corazón. Ella tiene que confíar en que Él la comprende, y sólo la presionará hasta un nivel que ella pueda soportar. Que no se aprovechará, ni la usará, ni abusará de ella. Tiene que sentirse segura en su sumisión y obediencia, y esto no se puede lograr sin un profundo nivel de confianza.
En caso de que alguna vez, ella tenga su propia confusión sobre la diferencia entre sumisión y obediencia, aquí hay una sinopsis para usted. La sumisión es lo que está dentro de ella y lo que siente, mientras que, la obediencia es la acción real que tiene lugar. La obediencia es parte de la sumisión, pero la sumisión no es necesariamente parte de la obediencia. Tienes que sentirla en tu corazón y luego tus acciones para representar lo que sientes, para que las dos sean parte de la misma cosa. Cualquier sumisa puede arrodillarse, pero es lo que ella sienta por dentro, y la intención detrás de eso, lo que tiene el auténtico sentido.
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