Aparentemente, el 50 % de los adultos en este país, están insatisfechos con su vida sexual y, aparentemente, también muchos de esos adultos no tienen relaciones sexuales con regularidad. La encuesta subrayaba que también necesitaban tener un buen desempeño, que necesitaban el sexo con penetración, y que fuera espontáneo. Al leer los comentarios después de la encuesta, yo diría que, aquellos que están descontentos con su sexo, podrían tener problemas más fundamentales en sus relaciones. Comentando la encuesta con una sumisa amiga, me dijo que ella tenía la experiencia de estar en una relación equivocada, una, en la que ya no encontraba atractivo a su marido y una, en la que el sexo de cualquier tipo, era raro. El sexo no es lo único importante en una relación y es completamente posible disfrutar la vida sin ello. Pero, cuando el sexo es bueno, entonces, es parte integral del bienestar de la pareja.
La sumisa de referencia probablemente tenía más sexo en su madurez que nunca. Es más, me dijo que disfrutaba ese sexo de tal manera que antes sólo lo podía fantasear. Y me expuso algunas de las razones de esto.
En primer lugar, está la dinámica del poder de una relación Dominante/sumisa y de que aquel está en el control, que Él manda. Esto no es decir que la sumisa no pueda y no tenga iniciativas. Pues es satisfactorio saber que nadie va a sugerir que necesita tomar más control de las cosas y que si no hay sexo esa noche, no es por culpa de ella.
Segundo, que el Dominante no solamente es dueño del cuerpo de su sumisa, sus agujeros y orgasmos, sino que también disfruta mucho al hacerlo. Le gusta tocar, acariciar y besar. La hace sentirse querida y amada, la hace sentirse bien sobre su propio cuerpo, ya que Él parece amarlo tanto. Pasa mucho tiempo tocando esa propiedad y haciendo que su sumisa se excite, obteniendo placer y, finalmente, consiguiendo esos orgasmos. A veces, eso conduce al sexo con penetración, pero, a menudo, no siempre es así. No porque no quieran, sino más bien, porque no lo necesitan.
En tercer lugar, hay otras maneras de lograr la satisfacción sexual. A través del juego, del intercambio de poder en sí, o simplemente, hablando de las cosas que han hecho juntos y las que harán en el futuro, incluidas las fantasías que ambos tienen y saben que cumplirarán cuando sea el momento adecuado. Para el Dominante, la satisfacción sexual proviene del conocimiento de que Él manda, y eso, por sí mismo, conduce al tipo de sexo que habían tenido esa mañana. Para esa sumisa, la satisfacción proviene de los orgasmos que le ha dado su Dominante, del dolor que siente cuando su culo es usado y de la salinidad que aún puede saborear en su boca por el regalo que Él le dio.
Por lo tanto, sí, se puede decir que esa mujer es una persona satisfecha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario