Ella ha estado de pie y
desnuda en el rincón durante veinte minutos, mirando hacia la pared, sus manos
entrelazadas detrás de su cuello. Ella sabe lo que hizo mal, sabe que debe ser
castigada. Ella sólo desea que él termine esto en cuanto antes, para poder
expiar su culpabilidad y para que las cosas vuelvan a la normalidad. A su vez,
él le ha prescrito un “período de reflexión.”
Él está sentado en su
ordenador, más que ostentación, la está ignorado. Ella escucha el tic tac del
reloj sobre la chimenea. El clic del ratón. Ruidos ocasionales de la calle. El
tiempo pasa.
De repente, hay una
llamada en la puerta principal. Él va a contestar. Ella oye voces que se
acercan. Reconoce la voz de Juan, un amigo cercano que conoce la naturaleza de
su relación. De hecho, ella lo ha hablado con él una o dos veces, cuando él
estaba interesado.
Ahora, las voces se encuentran
fuera de la puerta del estudio. Seguramente, van a entrar, piensa ella. No
permitirá que Juan me vea así. Ella está a punto de un ataque de pánico. La
puerta se abre, los dos hombres entran.
“Oh, ¿qué es esto?” Dice
Juan.
“Ella ha sido una mujer mala, responde. Tengo que disciplinarla.”
“¿Qué hizo?”
“No, por favor, piensa,
por favor, por favor, no lo digas. Acabo de morirme,” piensa ella.
“Digamos que se pasó de la
raya,” dice él. “No le hagas caso.”
Los dos hombres se
sientan. Él le ofrece a Juan una bebida. Mientras que él está en la cocina
preparándola, ella sabe que Juan la está mirando. Ella puede sentir toda la
fuerza de su mirada sobre su trasero desnudo.
El vuelve a entrar, pasa a
Juan su bebida. Los dos hombres se sientan y hablan, principalmente sobre
ordenadores, cosas de hombres. Ella tiene sus brazos doloridos, pero no se
atreve a decir nada. Al final, Juan se levanta para irse. Ella oye sus pasos camino
de la puerta, entonces, retorna solo. Se sitúa detrás de su espalda, sin llegar
a tocarla.
“Bueno, ahora,” dice él.
Su voz está llena de amenazas.
Ella siente debilidad en
sus rodillas.
Angustia, desesperación, inquietud...cuantas cosas pasan por la cabecita en momentos así...momentos que pasan y te marcan.
ResponderEliminarUn saludo nocturno.
...debilidad en las rodillas y en la vorágine de pensamientos...
ResponderEliminarUffff!
Saludos de finde.
He leído este post y muchos otros de tu blog no sólo con atención, sino con emoción. Algunos de ellos los he hecho a la vez que mi sumisa. Quiero expresarte, querido amigo (no por desconocido menos amigo), mi admiración por ponerle palabras a lo que yo mismo siento en mi relación de Amor con mi sumisa. Y me paso por el mismísimo Arco del Triunfo lo que digan los "Amos de catálogo". Imagino que tú también.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
MI AMO y yo descubrimos este blog una noche entre risas y guasas, buscando “adoración del pene”, y nos quedamos desde ese momento aquí. Leemos juntos a veces, como ya ha dicho El en su comentario, y cuando lo hacemos por separado, nos enviamos las frases que nos han calado, que son tantas, y eso da lugar en muchas ocasiones, a horas de conversación. Reflejan lo que sentimos de una forma tan intensa y tan clara…………...
ResponderEliminarSeguiremos leyendo, seguiremos compartiendo……………..
Gracias.
La esencia de Dominante se lleva en los genes y no se compra en ningún “catálogo.” Tienes toda la razón, querido Anónimo, como tampoco hay que ser escabroso para transmitir a la sumisa las sutilezas de la dominación. Si hay feeling y amor, ella la capta, la acepta y se entrega y se somete per se. No necesita reglas ni normas porque son tácitas y se transmiten directamente a través del erotismo de la relación.
ResponderEliminarComo estáis enamorados, la sublimación de la interrelación Dominante/sumisa es mucho más directa, intensa y profunda. Me inclino por dar a la mayoría de mis escritos un estilo y matiz en esta dirección. Veo que lo habéis captado, al igual que sweet y la princesa.
Pienso y estoy convencido que la relación ideal D/s es la que está basada en el Amor, más que en la frialdad de los prototipos que nos quieren vender tantos supuestos “expertos” del BDSM, ignorando que estamos en una relación D/s.
Gracias por considerarme vuestro amigo y compartir mis escritos y manera de expresarme. Es así como lo siento también…
Un fuerte abrazo