Anoche, tuve el placer de cenar con una
mujer acompañada de su actual pareja, de la cual fui su primer Dominante y la
entrené como sumisa. Él es nuevo en una relación D/s y ella ha estado
ayudándole a mostrarle los entresijos de este tipo de relación durante los
últimos meses.
Hablamos de muchas cosas durante la cena,
como por ejemplo, las maneras de reforzar la dinámica de la D/s públicamente,
comportándose responsablemente, cómo entrenar a una sumisa, etc. En un momento
dado, pusieron los postres en la mesa justo enfrente de él. Vi que este se los
acercaba, probablemente con la intención de pasarme uno y otro a ella.
Entonces, él detuvo su movimiento y dijo: “Realmente, tengo dejar de hacer esto
y permitir que ella haga este servicio.”
Una valiosa lección.
Quizás, una de las lecciones más
difíciles que un dominante responsable debe aprender, es que una sumisa tiene
necesidad de servir. Está en el corazón de quien ella es. Incluso las tareas
domésticas más pequeñas, pueden ser una disciplina significativa para una
sumisa bien entrenada. Por ejemplo, cuando el café se va a servir en la mesa,
la sumisa pide permiso para prepararlo para él y, al servirlo, echa la leche y disuelve
el azúcar. Un acto simple, pero puedo verla radiando energía positiva mientras
lo lleva a cabo.
Frecuentemente, un Dominante responsable,
pero todavía nuevo, haría este trabajo por sí mismo. Este se hubiera levantado
como un caballero y es como su segunda naturaleza para él, mantener la puerta
abierta para ella (como lo opuesto a lo anterior), o retirar su silla, etc.
Pero, al hacer esto, se pierde una magnífica oportunidad para que ella pueda
expresar su sumisión de una manera socialmente aceptable. Puesto que estas
oportunidades son poco frecuentes, él debe aprender a sacar provecho de ellas.
La mejor manera de que esto se pueda
lograr es a través de la asignación de la disciplina. Estos actos no solamente
actúan como un marco de conducta, sino también como un recordatorio constante
de la naturaleza de la relación y como un bello retazo de erotismo. Cada
dominante debería tomarse con interés el asignar algunas disciplinas a su
chica, incluso simples cosas como, esperar permiso para comer, o sentarse en la
mesa, etc. Pero y, esta es la parte importante, una vez asignada, es
responsabilidad del dominante controlar su cumplimiento y, lo más importante,
darle la oportunidad a ella para que las realice. Si le dices a una mujer que
ella tiene que preparar el café, no lo vayas hacer tu mismo. Esto la confunde y
puede crear problemas.
Otro error que los nuevos dominantes
cometen es asignar muchas disciplinas. Por lo tanto, muchas se hacen imposibles
de controlar. Confía en mí, en este caso menos es con frecuencia más. Elige
unas pocas para empezar. Luego, después de un tiempo, si quieres más, imponlas,
pero siempre cuidadosamente y con el entendimiento de que tú, el dominante,
tienes un rol que desempeñar en esto también. Hecho correctamente, son una
forma maravillosa de mantener la integridad de la relación D/s.
Además, es bastante erótico mientras se
consiguen.
No sé si habrá que ser Dom para comentar esta entrada, pero sé lo que se siente servir a quien se adora y no desearía jamás me quitaran ese placer.
ResponderEliminarCariños.