Alguien me escribió preguntándome sobre
cómo provocar la respuesta de la sumisa. Buena pregunta, pero no fácil de
contestar. Antes de decirle cómo responder, probablemente sea una buena idea
para discutir y definir la “respuesta de la sumisa.”
Pregunte a cualquier sumisa experimentada
y ella comprenderá la idea de cómo responde la sumisa adecuadamente a esa incitación.
Es una sensación que se tiene en la boca del estómago, en la mente y también en
la vagina. Puede manifestarse como un deseo de arrodillarse a los pies de un
hombre, el deseo de servir o el ardor de la excitación. Pero, sería incorrecto
decir que la respuesta de la sumisa no es nada más que encontrar a alguien que
la excite. La respuesta de la sumisa habla de la naturaleza de la persona. Se
trata del flujo de energía y una sensación de euforia al estar en presencia de
alguien que se adapte a su propio poder.
Extrañamente, el dominante puede incluso
no ser consciente de que esto está sucediendo. Muchas de las mujeres que yo he
entrenado como sumisa se han encontrado a hombres que “no están en la sesión,”
que no tienen ni idea sobre los conceptos de la D/s y que, francamente, tienen
poco interés por aprender. Sin embargo, son dominantes por naturaleza y solo
estar cerca de ellas es, a menudo, más que suficiente para provocar la respuesta de la
sumisa.
Usted notará que he estado hablando de
sumisas con experiencia. Las sumisas inexpertas son una especie muy diferente.
Sin una comprensión del proceso, ellas pueden crear vallas defensivas a su
alrededor para no tener que mostrar su deseo. O, pueden preguntarse, ¿por qué
algunos hombres les atraen tan poderosamente que no son capaces de ver la
coincidencia entre ellos? Esto puede llevarlas a tomar decisiones poco
meditadas con respecto a sus parejas. Sin embargo, una vez que su sumisión ha provocado por primera vez su respuesta, ha
sentido su intensidad y entendido lo que está sucediendo, ella está en una
posición mucho mejor para comprender las dinámicas de interacciones con
cualesquiera hombres que pueda
encontrarse.
¿Es posible que un dominante deliberadamente
provoque esta respuesta en una mujer? Sí, lo es. He aquí lo que yo le escribí
en respuesta a su pregunta:
“En
general, no existen respuestas porque no hay nada que yo pueda señalar y decir:
“Haz esto.”
“Lo
que puedo decir es que es una mezcla de confianza, arrogancia, inteligencia,
mando y sexualidad. Quizás, lo más importante, es hacer que la mujer sea
consciente de quién manda sexualmente y con esto, quiero dar a entender,
esperar hasta que ella misma lo pida. Si permites que una mujer sepa que estás
hambriento por ella, entonces, será difícil su control.”
“Está
en el contacto visual, la manera que ella es tocada y el modo con que se le
habla. Son muchas cosas, pero nada que yo pueda decir definitivamente, puesto
que mis técnicas varían de mujer a mujer. Sin embargo, también parece que tengo
un sentimiento casi instintivo de lo que funcionará. Siento no poder ser más
preciso.”
Peter Master, en su “Libro del control”
habla largo y tendido sobre este proceso. Yo haría que fuera de lectura
obligatoria para cualquier nuevo dominante. Por supuesto, estoy hablando de
hacer esto deliberadamente, que como he mencionado antes, no siempre es el
caso. Algunas veces, es tan simple como el derecho de dos personas, emparejadas
en energía y poder, a estar físicamente cerca el uno del otro.
Me reafirmo en la condición del conocimiento profundo de la otra persona, en este caso, de la sumisa por parte del dominante.
ResponderEliminarBuena entrada, una vez más.
Cariños.