Estamos
sentados en lados opuestos de la sala. Miro hacia arriba, cierro los ojos y
mantengo su mirada.
“Quítate los
vaqueros,” le digo.
Ella se
levanta, se retuerce para quitarse los pantalones y se vuelve a sentar.
“Ahora, las
bragas,” le digo.
Ella las
desliza hacia abajo y las arroja a un lado.
“Abre tus piernas,” le
ordeno.
Le digo que puede tocarse
un poco ella misma. La miro durante varios minutos, esforzándome, mientras
espero. Quiero que esté preparada.
Al final, hablo yo.
“Vamos, ven aquí y muéstrame lo que puedes hacer con tu coño.”
Durante un momento, hace
una pausa, decidiendo exactamente cómo jugar. Luego, camina por la habitación.
Ella está de pie ante mí en el sofá, dominándome mientras me siento. Ella me
empuja, poniendo el coño en mi cara, manchando con su humedad mis mejillas, mi
nariz y mi boca. Ella aplasta su clítoris contra mis labios, abro mi boca, lo
succiono un momento antes de que ella se aleje. Se deja caer de rodillas y
rápida y eficientemente, me quita los pantalones y los empuja hacia abajo,
incluyendo la ropa interior.
Mi polla ha surgido a la
vida y ella la agarra, poniéndosela en la boca de su coño y metiéndosela poco a
poco. Cuando está totalmente dentro, siento que su coño se aprieta,
agarrándola. Ella empieza a moverse arriba y abajo, follándome despacio pero
con firmeza. Aunque, no dudo que a ella le guste lo que está haciendo, siento
que se está concentrando más en mi placer que en el suyo, ajustando el ritmo de
sus impulsos, lo suficientemente lento para burlarse de mí, pero lo
suficientemente rápido para provocar mi deseo. Pero, por fin llega el momento,
un momento indescriptible, de un placer insoportable. Mi polla estalla y golpea
su interior y siento que su coño está ordeñando mi leche, sacándola de mi
cuerpo.
Ella sonríe. Sé que está
orgullosa de poder llenarme con tanta lujuria abrumadora.
“Buena chica,” le digo.
Yeap! A good girl ;)
ResponderEliminarMomento exquisito, que lo mantendría en el tiempo para saborearlo una y otra vez.
ResponderEliminarUn saludo y beso.