Yo siempre pensaba que, de alguna manera, los dominantes cogen
la fusta por el extremo. Ellos tienen mucha responsabilidad. Aquellos
dominantes que eligen ejercer el control sobre una sumisa fuera de la sesión,
tienen una carga particularmente pesada. Tener el control sobre otra persona –
no importa el nivel o lo específico de ese control – es un baile difícil. Se requiere
mucha paciencia, comprensión y habilidad para controlarla.
Lo más importante de estas cosas es la capacidad de prestar
atención, tener una comprensión de solo lo que le has pedido a ella. Tú no
puedes decir a nadie, por ejemplo: “Te prohíbo que conduzcas tu coche el
miércoles,” y luego, olvidarte y presumir que lo llevará a cabo. Tal vez… si no
estás prestando atención, entonces, ¿cuál es el momento para ejercer ese nivel
de control?
Deja que me acerque desde un lado diferente…camina conmigo.
Los dominantes somos como todo el mundo. Somos gente ocupada. Todos tenemos
trabajos y una vida que llevar. Algunos de nosotros tenemos negocios
que gestionar y familias que cuidar. Tener una sumisa complica las cosas puesto
que estas asumiendo una responsabilidad adicional. Solo una cosa más que hacer,
puede ser que también la agregue a la lista. Solicitar y aceptar el control de,
incluso, una cosa pequeña, que además se añade a tu nivel personal de
responsabilidad hacia tu sumisa. ¿De acuerdo?
Ahora, puedes estar pensando que los dominantes no están
sujetos a una norma que incluya la justicia, pero debe ser si se encuentra en
una relación que tenga alguna importancia para ellos. Estoy hablando de
demandar relaciones consistentes, no aquellas para jugar a la luna azul de una
manera casual. Mi opinión es que al pedir algo significativo a tu sumisa,
cuando no eres capaz de ofrecer orientación o apoyo y, entonces, no prestar
atención o apreciar realmente lo que le has pedido, no solamente estás creando
un cierto nivel de fracaso y decepción, sino que también estás saboteando tu
propia relación con ella. No estás
construyendo confianza. O fe. O alimentando su nivel de sumisión
hacia tí. Y, ¿quién necesita eso?
Aquí está el problema: No es justo pedir a una sumisa que
ceda el control de incluso una cosa menor y, luego, no hacer el seguimiento de
cualquier cosa que le hayas pedido a ella. Y peor, no es justo que una sumisa
haga una petición que afecte a su vida diaria y, luego, alejarte de ella –
durante unos pocos días, una semana, dos semanas. No estoy hablando sobre algo
tan simple como alejarte todas las noches del plato de helado de crema de
chocolate de tu sumisa. Estoy hablando sobre tomar el control de cosas que son
importantes para ella (no que el helado de crema de chocolate no lo sea) y que
el impacto en el día a día de su vida, la felicidad y la satisfacción general
en su sumisión hacia ti. Eso es una gran cosa, dominantes, y tú te has asignado
a ti mismo un nuevo nivel de responsabilidad.
No es que esto me haya sucedido, claro está. Es algo que me
vino a la cabeza hoy.
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