sábado, 3 de septiembre de 2011

¿Cómo nos ven los demás?

Cuando ves prácticas de D/s descritas o representadas en los medios, es bastante común que se equivoquen, que no coincidan con tus propias experiencias de azotes, disciplinas y similares. La gente vainilla parece tener dificultades para entender qué es lo que nosotros hacemos y por qué queremos hacerlo. Me acordé de esto recientemente viendo un episodio de “Californication” en la televisión inglesa. Es un espectáculo que admiro, divertido, elegante, inteligente, obsceno y que rompe algunos tabúes. Supongo que la gente que no lo comprende, pensará que ellos son muy fríos al ver un poco de una relación D/s.
En el caso que estés familiarizado con el show, el personaje central es un escritor de Holywood y de series, que está separado de la madre de su hija. Su agente tiene una secretaria joven, cachonda, aspecto que provoca a su jefe para que la azote en la oficina cuando ella deliberadamente derrama el café. En escenas posteriores, ella se muestra incitándole a dominarla aún más. En un momento determinado, el agente le dice a ella: “¿Qué pasa si tú no quieres hacer lo que yo te diga que hagas?” La secretaria, que está muy confortable con su morbosidad, replica: “Creo que estás perdiendo el norte.” Es una buena respuesta, el tema es, por supuesto, que no son las cosas por sí mismas el problema. No es importante si a ella le gustan esas cosas o no, es el hecho de ordenarle que las haga, tanto si le gusta como si no.  Ahí está lo emocionante.
Hasta aquí todo bien. Desafortunadamente, hay una escena posterior que no parece auténtica. Cuando el escritor se entera de la relación de su secretaria con el agente y lo dice en una conferencia, cuyo tema es “No engañar a tu mujer”, etc. (Apreciamos la ironía de esto, viniendo del escritor de la serie antes mencionada). Entonces, el agente comenta: “Bueno, mi esposa no está interesada en esta clase de chisme.” Y el escritor dice:
“Oh, apuesto a que si usted lo probase investigando, ella estaría dispuesta a esta clase de trapos sucios. Así que existe la suposición de que sólo hay que cavar un poco más profundamente y descubrirás que cualquier mujer puede ser persuadida a disfrutar del spanking. Lo cual, por supuesto, es un sin sentido. Simplemente, no es el caso de que cualquier mujer pueda ser inducida a los juegos de la D/s si solamente usted sabe cómo encontrar a la “puta” que hay en el interior de ella.”
De nuevo, más tarde, la esposa en cuestión resulta no tener un lado sucio. Ella trata de meter un dedo en el culo de su marido mientras están follando (ya dije que era un espectáculo obsceno). Así que, ahora, hay esperanza de que el agente pueda tener su pastel y comérselo también y pueda salvar su matrimonio azotando a su esposa. Una vez más, parece que se han equivocado. La idea parece ser que todo lo morboso es más de lo mismo y si te gusta otra cosa morbosa, también disfrutarás azotando. Mientras que si usted tiene experiencia en estos asuntos, sabrá que las personas morbosas suelen ser muy específicas en sus gustos. No quiero decir que  una mujer que le mete el dedo en el culo a su marido no le guste los azotes. Es posible que le gusten. Pero, no puedes asumir solo un tipo de morbo para todos.

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