“Hay dos cosas que golpean mi mente:
Él me gusta. Wow.
Maldita sea, ¿qué demonios me va a pasar ahora?
Siento que estoy en el momento de ponerme las botas y
empezar este viaje. Todo lo que tengo y que he aprendido sobre mí misma me
ayudará a ponerme en buena posición. Pero, después de las conversaciones de los
últimos días, él ha invadido mis pensamientos y mi conciencia. Anoche, después
de hablar durante un rato, mi mente estaba zumbando. Yo no podía dormir, estaba cansada, no quería acostarme, pues
físicamente no podía mantenerme de pie y las imágenes y pensamientos dando
vueltas y vueltas eran vívidos, oscuros e intensos y excitantes. Y, ¿estaba yo
húmeda? Como si él hubiera estado allí en la habitación. Y su voz – me hace
pensar en chocolate negro derretido y ya siento como que nunca lo quiero dejar.
Por lo tanto, ¿cuáles son mis expectativas y qué estoy
buscando?
-
Complacer, servir y adorar.
-
Ser atendida antes, durante y
después.
-
Ser usada y rota, ser presionada y
acosada y luego mantenerme apretada.
-
Hacer que él se sienta orgulloso.
-
Experimentar la vida y los
pensamientos a través de sus ojos.
-
Tomar el control de mi furia
ardiente y entregarla para que me controle.
Quién sabe a dónde estoy yendo, pero estoy yendo al
hombre, al Dominante soñado para disfrutarlo. Tal como me dijo mi amiga en su
lenguaje habitual: “Cógelo y adelante.”
(Gemido).
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