Me
gusta las ansias que tienes. Cuando deseas la sensación de una mano sobre tu
trasero. Cuando anhelas la sensación de agujas y alfileres en tu piel. Cuando
anhelas la sensación de ser penetrada…por todas partes, incluso por tu mente.
Cuando
anhelas la sensación de estar impotente, estar inmovilizada y estar controlada.
Cuando
anhelas la sensación de que nada más en el mundo importa, nada más en el mundo
se necesita que ser considerado, nada más pesa en tus pensamientos, excepto caer
hacia atrás, hacia abajo, hacia dentro, a la sensación y dejar que te rodeen y
llenarte hasta que estés tan plena, que explotes en mil haces de luz, como un
cielo nocturno de estrellas.
Nunca
quisiera tener una sesión contigo una vez. Esa primera vez crea antojo. Quiero
estar allí de nuevo, una y otra vez, para ver ese deseo en el brillo estrellado
de tus ojos.
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ResponderEliminarOjitos como estrellas
Anhelar no es siempre bueno,ya que genera deseo...y el deseo si no se satisface, puede conllevar a la frustración. Uffff
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