Tu mente está
desequilibrada. Por lo tanto, ven a mí. No puedes decir lo que está mal. Sin
embargo, lo sé. Te voy a afinar. Coreografiar tus pasos. Ajustar tu proceso de pensar.
Redibujar las líneas. Reestructurar las formas. Actualizar los colores, y lo
haré a través del poder de nuestros rituales.
Los rituales
cambian los ganglios basales. Acarician tu núcleo. Los rituales ajustan tu
paladio ventral y reprograman tu vientre. Nuestros rituales son cocaína para
esas zonas de tu mente. Son adictivos y vienen con una gran recompensa, y
placeres sin fin. Cada palabra, cada regla y cada toque. Propósito, norma y
programa ocultos dentro.
Te arrodillas. Y yo
te formo. Te sometes, y yo construyo. Levantas la mano, y yo entro. Esos
caminos desordenados se convierten en pasillos anchos. Esos laberintos
retorcidos se convierten en avenidas enderezadas, donde tu mente puede fluir
con facilidad. Piensas en mí como si fuera tu memoria muscular. Mil veces más
decidida. Mil veces más fuerte. Mil veces mejor equilibrada. Mi dominación
desgarra los obstáculos que te retienen. Abre los caminos a la claridad.
Excusas destrozadas. Decisiones claras. El camino hacia adelante se ilumina.
Cuando te entregas,
lo celebro. Tu regalo para mí nos da un nuevo propósito. Tu cabeza inclinada es
mi campo de batalla. Me meto con la espada desenvainada y lucho contra tus
demonios hasta que se someten. Los encadeno. Los pongo a trabajar
complaciéndonos a los dos. Mis manos alrededor de tu garganta no son una
amenaza. Son una promesa, para quererte y hacerte nueva.
Porque mi
dominación es un juramento solemne de que eres mi tesoro. Los rituales que
compartimos significan un tiempo de vida explorando, aventura, crecimiento y
aprendizaje. Los caminos que vamos a tallar juntos representan nuestra
protección de las tormentas de la vida. En los tiempos medidos, te acuesto y te
hago entera. En simples palabras, te recuerdo que este vínculo que compartimos
es el todo de la vida.
En los juncos
animales puros, moldeo la oscuridad que nos rodea y la utilizo como telón de
fondo para hacerte mi mejor tapiz de colores. Y brillamos juntos dentro de este
capullo del maravilloso loco. Celebramos los momentos y los hacemos familiares
y cómodos. Respiramos juntos dentro de una burbuja de dolor y placer, pequeñas
muertes y renacimientos constantes. Y tus ojos sostienen a los míos en la
eternidad, mientras que el latido de los rituales marca el tiempo.
Te doy propósito y
estructura. Me das inspiración y amor. El universo canta nuestra canción.
Que precioso como dibuja con palabras un ideal...
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