Para ella, el juego de la asfixia es
algo increíble.
Observando la forma de cómo los ojos de
su dominante brillan, y luego, se estrechan. De cómo la observan, estudiando su
reacción, ella moriría mil muertes minúsculas sólo para ver cómo él le hace daño.
Empieza con el miedo, que rápidamente se
convierte en lujuria. Porque lo ama y adora el control que ejerce sobre ella.
Ahogarla, es un catalizador para ella. Son
preliminares. Le despiertan el apetito por algo intenso.
Después de ser asfixiada, quiere ser
abofeteada. Usada y completamente controlada. Es una sensación de impotencia,
inherentemente atada con la emoción.
Ser asfixiada se convierte en una
necesidad ansiosa y desenfrenada para ella. Porque, cuando él controla su
respiración, lo controla todo.
Cuando la tiene a su alcance, ella se
siente su presa.
Aunque ambos lo saben y lo reconocen,
practican estos juegos malvados por el amor que fluye a través de ellos, cuando
las luces se apagan.
Juegos malvados! :)
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