miércoles, 4 de octubre de 2017

"Ahógame"

Para ella, el juego de la asfixia es algo increíble.

Observando la forma de cómo los ojos de su dominante brillan, y luego, se estrechan. De cómo la observan, estudiando su reacción, ella moriría mil muertes minúsculas sólo para ver cómo él le hace daño.

Empieza con el miedo, que rápidamente se convierte en lujuria. Porque lo ama y adora el control que ejerce sobre ella.

Ahogarla, es un catalizador para ella. Son preliminares. Le despiertan el apetito por algo intenso.

Después de ser asfixiada, quiere ser abofeteada. Usada y completamente controlada. Es una sensación de impotencia, inherentemente atada con la emoción.

Ser asfixiada se convierte en una necesidad ansiosa y desenfrenada para ella. Porque, cuando él controla su respiración, lo controla todo.

Cuando la tiene a su alcance, ella se siente su presa.

Aunque ambos lo saben y lo reconocen, practican estos juegos malvados por el amor que fluye a través de ellos, cuando las luces se apagan.

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