Ella
quiere un hombre vainilla, alguien con quien pueda citarse antes de que
considere dominarla. Con el que tenga conversaciones y no le hable de cuerdas
ni de floggers. Que empiece a conocerla hablando con ella, y no follándola.
Ella
quiere un fracaso. Un hombre que alguna vez haya perdido a alguien que daba por
asentado que era suya. Un dominante así tiene menos probabilidades de cometer
el mismo error dos veces.
Ella
quiere un héroe. Un tipo que sea lo suficiente poderoso como para llorar.
Ella
quiere un hombre real. Alguien que haya vivido los años suficientes para saber
que la gente importa, el amor importa y ella también importa. Alguien que,
cuando se ría lo suficiente, se desplieguen sus patas de gallo, las cuales
estén tan bien grabadas como sus principios.
Ella
quiere un hombre con ojos calientes. Uno que esté allí para atusar su cabello fuera
de su cara, cuando ella tenga fiebre, que le lleve una sopa de puchero cuando
tenga la gripe, con quien ella pueda estar en silencio, porque no la obliga a
intentarlo cuando está enferma.
Ella
quiere un Dominante. A alguien, cuyo objetivo sea llegar a conocerla
íntimamente, porque quiere ganarse su sumisión o masoquismo, y no pedirlo.
Quiere un tipo que sepa la diferencia entre un dominante y un dominador, tanto
como si ella quisiera que le ordenaran en algún tipo de juego de rol, como que
la contrataran como una prostituta.
Ella
quiere un hombre maduro. A alguien, lo suficientemente cómodo en su madurez
para estar en contacto con su lado infantil. Alguien que diga la verdad, no
porque pueda ser cogido en una mentira, sino porque la honestidad le importa. Interesa
porque él tiene integridad y no puede sentirse bien consigo mismo de otra
manera. Ella quiere un hombre que lleve la honestidad como no negociable en
aras a su propio orgullo y bienestar, porque ninguna persona puede evolucionar
sin la capacidad de ser honesta consigo misma, y ninguna relación puede
evolucionar sin dos parejas que digan las mismas verdades.
Ella
quiere un hombre que cometa errores. Un tipo de hombre que esté íntimamente
familiarizado con sus propias debilidades y que no vea reconocer su culpa como
una pérdida. Quiere un hombre que camine a su lado, no uno que se posicione
frente a ella, como si estuvieran en guerra cada vez que se encuentren con
problemas.
Ella
quiere un osito de peluche. El afecto es una de las cosas más mágicas del mundo
y ella no quiere pasar el resto de su vida sin él. Quiere un hombre que coja su
mano cuando caminen juntos, que ponga la mano sobre la pierna de ella cuando
conduce, que la bese en cualquier momento y no sólo cuando quiera tener sexo.
Pero,
por encima de todo, ella quiere un amante. Quiere a alguien que la ame, alguien
que se sienta como si estuviera en casa, alguien que esté en casa.
Exactamente exacto :). A.
ResponderEliminarMuy buena descripcion de su propia persona!
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