lunes, 21 de marzo de 2011

Dimensiones de la sumisión

Hace poco tiempo, una mujer me preguntó que definiera las diferencias entre sumisión y masoquismo.
Aunque, a veces, están vinculados, son cosas muy diferentes.
Para mí, el masoquismo trata sobre la excitación sexual. La persona  masoquista busca sensaciones extremas como una vía hacia los placeres que no puede conseguir por cualquier otro medio. He tenido la oportunidad de hablar bastante con algunas mujeres que se llaman a sí mismas masoquistas y todas hablan de un estado de excitación y satisfacción que es único en su experiencia. Y como no hay forma de medir realmente la intensidad de esas sensaciones, lo que puedo decir, es que habiendo observado a estas mujeres y comparando sus respuestas con aquellas que son menos proclives a buscar lo extremo, creo que tienen una tipología muy especial y una condición única.
Por supuesto, todas las mujeres masoquistas no son iguales. Algunas pueden controlar más sensaciones que otras. En un extremo, puedes encontrarte con alguien que solamente puede soportar azotes ligeros. En el otro extremo, están aquellas masoquistas que  buscan lo extremo, marcas, cortes, piercings, etc. Las hay de todas las inclinaciones y sabores.Puesto que las masoquistas no son todas iguales en lo que buscan, por consiguiente, el tipo de pareja que buscan será también diferente. Después de todo, si una mujer está buscando alfileres para traspasar sus pezones y su pareja es incapaz de hacer algo más que azotar su trasero, no habrá una buena compenetración entre ellos.
Mantenga esta idea un momento, ¿de acuerdo?
A diferencia del masoquismo, considero que la sumisión es algo más que un estado emocional o intelectual. No todas las mujeres sumisas son masoquistas. Para una mujer, el someterse es para ella, ponerse de rodillas y decirle a su pareja: “Tu deseo es ahora mi deseo. Quiero servirte de todas las maneras y, por eso, me pongo bajo tus órdenes.” Esta declaración, no es realmente de tipo sexual, aunque, por supuesto, tiene importantes connotaciones sexuales. La D/s trata del intercambio de poder, del flujo de energía entre el dominante y su sumisa, de la dominación y sumisión que puede existir entre dos personas.
¿Por qué una mujer se somete a un hombre de esta manera? Buena pregunta. Lo suficientemente buena para un futuro artículo. Por ahora, solo aceptamos que, de hecho, esto sucede y sucede muy a menudo entre personas. A veces, se manifiesta, como una relación formal de la D/s. A veces, es sutil, como en muchos matrimonios  tradicionales. Por supuesto, no todas las mujeres se someterán a todos los hombres. Ni por asombro. Anteriormente, he escrito acerca de la idea de hacer coincidir energías entre los dominantes y las sumisas, lo cual creo que explica por qué una mujer se someterá a un hombre, pero, no a otro.
Ahora, volvamos a la mujer masoquista. Como he dicho antes, en un extremo estarán las personas que buscan sensaciones intensas. No existen demasiados hombres que sean capaces de crear tales sensaciones de una manera segura. En muchos casos, un hombre puede comenzar vociferando bravuconadas y “muchos yo, yo, yo…”, solamente para descubrir que la mujer no le está pidiendo que deje de decir bravuconadas. De hecho, ella le está incitando, pidiéndole más. La relación entre el sádico y la masoquista puede  convertirse fácilmente en una lucha de voluntades, en la cual ella se atreve a que él la presione, y mirará para abajo si él no puede. Algunas veces, la masoquista dirá que ella está buscando el momento adecuado para someterse al sádico, pero no considera que esto sea sumisión, sino más bien, el momento donde ella únicamente dice: “Es suficiente. He tenido suficiente y no puedo seguir más. Por favor, detente ahora.”
Lo que ella realmente está diciendo, es: “Tú ganas y gracias, muchas gracias a ti.”
Para concluir, la sumisión es el camino por el cual una mujer (u hombre, supongo) se pone voluntariamente al servicio de otro. El masoquismo es una forma de sexualidad donde se exige bastante, con el fin de que la masoquista consiga ese estado de felicidad que ella busca.
Cosas diferentes, pero, por supuesto, relacionadas.

4 comentarios:

  1. Le ha dejado un reto en mi blog, un trabajillo de nada, si le apetece le estará esperando.
    Un saludo.

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  2. Hola... Me quedó una duda de su línea "hacer coincidir energías entre los dominantes y las sumisas, lo cual creo que explica por qué una mujer se someterá a un hombre, pero, no a otro."
    Ese "hacer coincidir energías" ¿implica sólo un entendimiento-acoplamiento mutuo, un "estar bien con el desempeño del otro"?... o el "coincidir" ¿es más del tipo sentimental?

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    1. Puede ser también de tipo sentimental, pero en el estilo de vida de la D/s es más bien con el desempeño del otro...

      Feliz día,
      Ben Alí

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    2. Gracias Señor por responder...

      Saludos,
      Linda tarde ^.^

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