Hace poco tiempo, una mujer me preguntó
que definiera las diferencias entre sumisión y masoquismo.
Aunque, a veces, están vinculados, son
cosas muy diferentes.
Para mí, el masoquismo trata sobre la
excitación sexual. La persona masoquista
busca sensaciones extremas como una vía hacia los placeres que no puede
conseguir por cualquier otro medio. He tenido la oportunidad de hablar bastante
con algunas mujeres que se llaman a sí mismas masoquistas y todas hablan de un
estado de excitación y satisfacción que es único en su experiencia. Y como no
hay forma de medir realmente la intensidad de esas sensaciones, lo que puedo decir,
es que habiendo observado a estas mujeres y comparando sus respuestas con
aquellas que son menos proclives a buscar lo extremo, creo que tienen una
tipología muy especial y una condición única.
Por supuesto, todas las mujeres
masoquistas no son iguales. Algunas pueden controlar más sensaciones que otras.
En un extremo, puedes encontrarte con alguien que solamente puede soportar
azotes ligeros. En el otro extremo, están aquellas masoquistas que buscan lo extremo, marcas, cortes, piercings,
etc. Las hay de todas las inclinaciones y sabores.Puesto que las masoquistas no son todas iguales en lo que
buscan, por consiguiente, el tipo de pareja que buscan será también diferente.
Después de todo, si una mujer está buscando alfileres para traspasar sus
pezones y su pareja es incapaz de hacer algo más que azotar su trasero, no
habrá una buena compenetración entre ellos.
Mantenga esta idea un momento, ¿de
acuerdo?
A diferencia del masoquismo, considero
que la sumisión es algo más que un estado emocional o intelectual. No todas las
mujeres sumisas son masoquistas. Para una mujer, el someterse es para ella,
ponerse de rodillas y decirle a su pareja: “Tu deseo es ahora mi deseo. Quiero
servirte de todas las maneras y, por eso, me pongo bajo tus órdenes.” Esta declaración,
no es realmente de tipo sexual, aunque, por supuesto, tiene importantes
connotaciones sexuales. La D/s trata del intercambio de poder, del flujo de
energía entre el dominante y su sumisa, de la dominación y sumisión que puede
existir entre dos personas.
¿Por qué una mujer se somete a un hombre
de esta manera? Buena pregunta. Lo suficientemente buena para un futuro
artículo. Por ahora, solo aceptamos que, de hecho, esto sucede y sucede muy a
menudo entre personas. A veces, se manifiesta, como una relación formal de la
D/s. A veces, es sutil, como en muchos matrimonios tradicionales. Por supuesto, no todas las
mujeres se someterán a todos los hombres. Ni por asombro. Anteriormente, he
escrito acerca de la idea de hacer coincidir energías entre los dominantes y
las sumisas, lo cual creo que explica por qué una mujer se someterá a un
hombre, pero, no a otro.
Ahora, volvamos a la mujer masoquista.
Como he dicho antes, en un extremo estarán las personas que buscan sensaciones
intensas. No existen demasiados hombres que sean capaces de crear tales
sensaciones de una manera segura. En muchos casos, un hombre puede comenzar
vociferando bravuconadas y “muchos yo, yo, yo…”, solamente para descubrir que
la mujer no le está pidiendo que deje de decir bravuconadas. De hecho, ella le
está incitando, pidiéndole más. La relación entre el sádico y la masoquista
puede convertirse fácilmente en una
lucha de voluntades, en la cual ella se atreve a que él la presione, y mirará
para abajo si él no puede. Algunas veces, la masoquista dirá que ella está
buscando el momento adecuado para someterse al sádico, pero no considera que
esto sea sumisión, sino más bien, el momento donde ella únicamente dice: “Es
suficiente. He tenido suficiente y no puedo seguir más. Por favor, detente
ahora.”
Lo que ella realmente está diciendo, es:
“Tú ganas y gracias, muchas gracias a ti.”
Para concluir, la sumisión es el camino
por el cual una mujer (u hombre, supongo) se pone voluntariamente al servicio
de otro. El masoquismo es una forma de sexualidad donde se exige bastante, con
el fin de que la masoquista consiga ese estado de felicidad que ella busca.
Cosas diferentes, pero, por supuesto,
relacionadas.
Le ha dejado un reto en mi blog, un trabajillo de nada, si le apetece le estará esperando.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola... Me quedó una duda de su línea "hacer coincidir energías entre los dominantes y las sumisas, lo cual creo que explica por qué una mujer se someterá a un hombre, pero, no a otro."
ResponderEliminarEse "hacer coincidir energías" ¿implica sólo un entendimiento-acoplamiento mutuo, un "estar bien con el desempeño del otro"?... o el "coincidir" ¿es más del tipo sentimental?
Puede ser también de tipo sentimental, pero en el estilo de vida de la D/s es más bien con el desempeño del otro...
EliminarFeliz día,
Ben Alí
Gracias Señor por responder...
EliminarSaludos,
Linda tarde ^.^