Un
dominante bien equipado es probable que tenga uno o más de estos artículos en
su armario:
1. Flogger.
Algunos de ellos son bastante caros, hechos de las mejores pieles de venado o
de cueros más exóticos. La belleza de este implemento es su flexibilidad. Su
tacto puede ser ligero y plumoso, como una caricia, tentador y burlón,
especialmente cuando ella sabe qué medidas más drásticas pueden estar por
venir. Por otra parte, manejado con firmeza, un flogger puede producir un picor
sutil, suficiente para llamar la atención de ella. Los floggers son también
buenos para usarlos en aquellas partes donde otro implemento más rígido pudiera
conllevar un riesgo de daño, como en los pechos o entre las piernas.
2. El
látigo. Hay muchas clases de látigo, que
van desde los plegables que se pueden llevar en el bolsillo hasta los grandes que se ven anunciados para su venta,
que me parecen terroríficos y eso que no estoy en la línea de fuego. Me imagino
que se necesita mucha práctica para ser capaz de usar uno de esos con
precisión. Y, por si sirve de algo, creo que la precisión en los azotes es
esencial. No hay nada peor que pueda alterar
el estado de ánimo de una sumisa como, esperar un golpe punzante en el
lado derecho del culo, justo en la zona donde tiene el efecto más estimulante,
y la sumisa se sorprende porque en vez de en la nalga, le ha azotado en el
hueso de la cadera, en la rodilla o en alguna otra parte donde duele como un
condenado, pero no de una manera sensual.
3. El
cinturón. Hay mucho que decir del humilde cinturón. Algunas sumisas se dan
cuenta que sus rodillas se hacen gelatina cuando oyen que un cinturón se
desliza por la trabilla de los pantalones de su dominante. El cinturón es algo
que siempre está a mano, es muy manejable (puedes alargarlo o reducirlo
dependiendo de cómo usted haga los bucles) y, ciertamente, puede hacer daño. He
oído de dominantes que incluso lo utilizan con el bucle en el extremo, pero
creo que eso es un castigo cruel e inusual y, ¿no está prohibido en la
constitución o algo así?
4. La fusta
de montar. Hay algo inevitablemente muy sexy sobre los atuendos y accesorios de los jinetes de montar a caballo. Botas,
espuelas, frenos, riendas, anteojeras, sillas de montar, todos estos elementos
tienen aplicaciones en los juegos de la D/s. Supongo que todas estas
connotaciones de tener bajo control y dominio al caballo, (y el equivalente femenino, la relación entre
las mujeres y el caballo está fuertemente sensualizada, incluso en la
literatura formal). Las fustas de montar son cortas y fáciles de manejar, son
rígidas y por esto aportan un golpe firme y tienen un asa pequeña en un
extremo, tan útil para el parpadeo tanto en los pezones como entre las piernas.
5. La caña
(prefiero llamarla cane). Mi implemento favorito. Me gusta muy fina, muy
parecida a un látigo, que entrega su fuerza de una forma concentrada. No
demasiado larga, de lo contrario se pierde
precisión. Investigaciones después de los azotes han confirmado mi
creencia de que el dolor impartido por la cane adquiere la forma de una
sensación aguda y penetrante que parece cortar profundamente, incluso cuando la
carne no esté cortada y, por esta razón, es específicamente agradable para mí
el hacerla sentir esto. Es también la mejor aplicación para el marcado de ella.
Usted puede planificar algunas líneas paralelas a la sumisa con marcas rojas
que luego modularán graciosamente en contusiones, que deberán durar una semana.
6. La mano.
La herramienta más flexible y noble de todas, ya que puede ser usada no
solamente para azotar, sino también para
acariciar, como mantenimiento posterior y un premio demasiado agradable también
si ella se lo ha ganado. Unos azotes con la mano es con frecuencia una buena
manera de empezar (la mayoría de las sumisas parecen ser capaces de recibir más
si se empieza con un calentamiento gradual). Pero, por supuesto, eventualmente,
la mano del dominante se pone dolorida
al igual que el culo de la sumisa y esto no es lo que nosotros queremos. Así
que, en ese momento, tendrás que cambiar a uno de los implementos anteriores.
A partir de
estos implementos básicos de un dominante, existen otro más populares que hacen
un buen trabajo sobre el culo de una sumisa como, por ejemplo, el cepillo del
pelo, la paleta de ping pong, etc. que son de agradecer en muchos momentos
puntuales.
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