sábado, 5 de marzo de 2011

Forzar los orgasmos

¿Puedes forzar a una mujer a que tenga un orgasmo? Es un acto de intenso placer  y, en gran manera, deseado. Así pues, ¿por qué debería forzarla  a tener un orgasmo cuando ella lo quiere de todas las maneras? Y puesto que, para tener un orgasmo, hay que tener el deseo, ¿puede una mujer ser forzada a tenerlo si no tiene ese deseo inicial? ¿Puedes conseguir que una persona se sienta sexy si no quiere? El sentido común podría sugerir muy poca cosa. Pero pienso que, cuando una relación está basada en la dominación y la sumisión, los problemas del deseo y la voluntad pueden ser muy complicados.
Algunas mujeres disfrutan siendo atadas. Les gustan estar completamente indefensas, atadas de pies y manos para que no puedan moverse ni un centímetro. Entonces, ¿qué vas a hacer con una mujer una vez que la tienes en esa posición? ¿Qué pasa si no le gusta el dolor, no quiere ser azotada ni tener sus pezones pinzados? Le gusta sentirse impotente, pero no quiere que le hagan daño. Bueno, siempre existe la humillación con motivo de su objetificación. Puedes hacer una inspección íntima de su cuerpo, aprovechando su situación, para echarle una mirada a lo que normalmente está escondido y puedes meter los dedos o cualquier otro objeto en cualquiera parte de su cuerpo que te agrade. Y es bueno burlarse de ella, acariciarla, pellizcarla y mordisquearla en todas las partes de su cuerpo, viendo cómo se endurecen sus pezones o lo mojada que has conseguido que se ponga.
Pero, más pronto o más tarde, la pregunta surgirá, ¿sigues dispuesto a conseguir que ella se corra? Es divertido bromear, prolongar hasta un extremo insoportable la solución de este problema. Las mujeres sumisas suelen ser terriblemente impacientes y darles una lección sobre la virtud de esperar su placer y no conseguirlo inmediatamente, puede ser más valioso. Pero eventualmente, es probable que decidas presionarla hasta el límite, aunque solo sea para ver de cerca cómo los espasmos del éxtasis la dominan.
Pero entonces, ¿qué? ¿Vas a dejarla que se corra? Seguramente, existen dos posibilidades remotas. Veamos. Ella ha tenido un orgasmo. Tal vez, deba tener otro. ¿Por qué? No existe ninguna razón, excepto que es su deseo y tú disfrutas viéndola perder su control en el momento del clímax. Por lo tanto, tú decides si ella debería correrse nuevamente. Ahora, de acuerdo con mi experiencia con las sumisas poco putillas,  raramente, una sola vez es suficiente. Por lo tanto, la oportunidad de una segunda ayuda es ansiosamente aceptada. Y puede ser que hasta otra, también, después de una pausa para que recobre el aliento. Pero, y aquí es donde empieza a ser interesante, supongamos que usted quiere intentar un cuarto o un quinto orgasmo o más. Incluso la mujer más codiciosa querrá, en algún momento, sentir que suficiente es suficiente. Ahí es cuando tú debes insistir que eres el único que decide cuándo es el momento de parar.
Probablemente, perderé algunas lectoras y lectores. Sé que esta clase de cosas no es para todo el mundo. Pero, también sé que algunas mujeres se excitan pensando en esto. Les gustan el control y la indefensión y les encantan la idea de ser una puta completamente desvergonzada, corriéndose una y otra vez, incluso no se culpan por ello porque, después de todo, se les obligó a aceptar.
Mi experiencia, por lo que merece la pena, es que si tú vas a trabajar sobre este truco en particular, necesitas dos cosas (aparte de una víctima voluntaria). La primera, esto funciona mejor si tienes un vibrador potente. Una mujer me dijo una vez haber tenido un orgasmo con un vibrador de este tipo y sintió como que estaba siendo arrancada por la fuerza, que es precisamente el efecto que pretendemos.
¿Y la otra cosa? Supongo que el dominante necesita tener una mente perversa, preparada  para pasar por encima de las protestas de ella, de: “No más, por favor.” Tienes que estar dispuesto a presionarla de verdad, mostrarle quién está al frente de la relación.
Puedes sorprenderte de los resultados que puedes conseguir.

3 comentarios:

  1. Es interesante lo que comenta, sin embargo, no logro terminar de entender eso de "sumisas poco putillas", francamente, no considero que las sumisas seamos putillas, ni mucho ni poco, partiendo de ahí, nuestra entrega será mayor cuanto mas grande sea la fuerza que ejerza el Dominante sobre nuestra mente y cuerpo. No se trata de putas, se trata de que El sepa tocar las teclas adecuadas.

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  2. Al decir "sumisas poco putillas", no me refiero al sentido que tiene la sociedad de la mujer que se dedica a vender su sexo, sino al que expreso en mi artículo "Puta." Es decir, mujer sumisa que le gusta el sexo.

    Es indudable que una mujer sumisa se entregará más a su Dominante en la medida que este sepa darle sentido "inteligentemente" a su vida a su vida sensual.

    Como también estoy de acuerdo que no solamente es el sexo lo más importante en una relación D/s. Es otra faceta.

    Saludos

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  3. Le agradezco la aclaración, es un tema complicado de expresar sin temor a escribir un ladrillo en el blog.

    Saludos, buen fin de semana.

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