lunes, 2 de diciembre de 2013

¿Por qué las mujeres son tan confusas?




Se supone que las mujeres son confusas. Usted siempre estará confundido por las mujeres porque la confusión y la no confusión son ambas estructuras cognitivas y percibir a una mujer solo con su mente es el mayor error que se pueda cometer.

Probablemente, ésta sea la mayor y única introspección que he tenido sobre las mujeres; no mires a las mujeres con tu mente y trata de comprenderlas en lugar de mirarlas y sentirlas con tu corazón. Por lo tanto, gran parte de lo que una mujer es y quién es, está en su corazón y en su alma. Ahí es donde está la identidad y el centro de la conciencia del ser que estás buscando.

Ella derrama su consciencia a través de formas cognitivas para interactuar con el mundo físico, pero esas formas son demasiado pocas, demasiado torpes, demasiado pesadas para representarla de verdad. Es una representación perfectamente hecha, pero no transmite su verdadera amplitud y profundidad, no da la verdadera talla de lo que ella es. Es como hablar con ella por videoconferencia. Puedes verla y puedes oírla y puedes interactuar con ella, pero no puedes tocarla, no puedes olerla y no puedes saborearla.

Es un proceso perdido, una calle de dirección única. Afeita cosas que no tienen sentido, para extraer suficientes partes de sí misma, pero nunca realmente quién es ella. Al ser una calle de sentido único, en verdad, no se puede ir a otro lado. Si quieres conectar con ella y con la imagen que presenta al mundo, que es confusa y difícil de comprender, tendrás que ir a la fuente, a su corazón. Porque ahí es donde ella está. Aquí es donde puedes tocarla y conectar con ella y afectarla. Ahí es donde su consciencia se rinde a tu caricia y ves ondulaciones en su ser de tu misma  presencia.

Las mujeres son simples. Incluso las comunicadoras, y almas valientes, dispuestas, anhelando ser vulnerables, ser tocadas, ser comprendidas, y hacen todo lo posible para ponerse a tu disposición solamente para eso. Y todo lo que tú tienes que hacer es mirar más allá de la máscara. No intentes comprenderla con tu mente porque no es ahí donde ella está. En realidad, no. Sólo tienes que ir a buscarla. Búscala fuera. La encontrarás sentada en una piedra en espera de ser encontrada. Cuidadosamente, coloca la mano sobre su corazón y te darás cuenta que no hay necesidad de comprenderla, sólo aceptarla, sólo conectarte, solamente para estar en comunión con ella.

2 comentarios:

  1. Hay mujeres que somos transparentes y siempre estamos dispuestas a todo... y eso hace que los hombres se vuelvan confusos, porque no es lo que esperan encontrar en nosotras

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