miércoles, 25 de noviembre de 2020

Pensamientos y sensaciones. Más preguntas que respuestas

Es cierto decir que, ella se siente realmente confundida en este momento. Por un lado, pasó dos noches y un día hermoso con su Amo, y fue uno de sus mejores vivencias. Simplemente, pasando el tiempo juntos, charlando sobre las cosas al azar. Visitar lugares juntos se ha convertido en una forma de relajación. El sexo es tan bueno como siempre. A veces, perverso y otras, menos. Les gustan la variedad. Sin embargo, por otro lado, ella se está cuestionando sus acciones e implicaciones. También está analizando los sentimientos que tiene por su marido, y los de su Dominante.

Es muy consciente de que ahora está en la encrucijada del resto de su vida. Es más, también su marido está en su propia encrucijada.

Ha estado casada con él durante mucho tiempo, 29 años el mes próximo. Ahora, parece poco probable que lleguen a los 30 años. El problema, aparte de lo obvio, es que, si bien ella se preocupa mucho por este hombre, al que incluso ama, pero no le encuentra atractivo sexual. Desde hace meses, han hablado y bailado alrededor de esto. Su marido está intensamente celoso de la relación que ella tiene con su Dominante (afirmando lo obvio nuevamente), porque ella está dispuesta a hacer cosas con su Señor que nunca consideraría hacer con su esposo. Él cree que se trata del tamaño y, aunque, tal vez, (como dicen), el tamaño importa. En definitiva, eso ni siquiera es una parte pequeñísima del problema.

A ella, no le excitan las cosas que su marido le hace. No recuerda cuando él se detuvo, pero lo ha hecho. A ella, le excitan muchísimo las cosas que hace con su Dominante, desde besarlo, ser tocada o, más recientemente, chupársela. Nunca fue fanática de hacer eso con su esposo, y era una de las cosas más nerviosas que estaba por hacer con su Amo. Pero ahora, es algo que a ella le encanta y disfruta haciéndolo con Él.

En realidad, su marido nunca aprendió a tocarla ni acariciarla de una manera excitante para ella y, por alguna razón, luchó por mostrárselo. Con su Dominante, Él explora y ella le expresa su placer, y antes de saber dónde, ella está ya pidiendo un orgasmo. Su marido se queja de que ella nunca le ha dicho lo que quiere y le gusta. La verdad es que ella nunca supo lo que quería o le gustaba hasta hace unos meses que conoció a su Dominante. Toda una confesión para una mujer de 50 años.

Entonces, ella reflexionaba, “¿cómo podemos continuar una relación donde la atracción no se siente por ambas partes?”

Anoche, su marido habló un par de veces acerca de comprar una cama adicional para dormir él, cuando esté en casa. A menos que la vendan, él no puede darse el lujo de mudarse y, por muchas razones, aún no están listos para hacerlo. Es difícil enfrentar la realidad del fin inminente de una relación, en particular., una que ha durado mucho tiempo.

En retrospectiva, el matrimonio debería haber terminado antes de que ella se embarcarse en algo nuevo. Pero, la retrospectiva está muy bien. Pronto tendrá que contarle a la gente la realidad de lo que ha hecho, y eso será difícil.

Su marido se pregunta por qué ella no está buscando pasar mucho más tiempo con su Amo. Quizás, en el futuro pueda, aunque, en verdad, está confundida acerca de lo que ambos tienen juntos. En realidad, ella no sabe a dónde va esta relación, y en realidad, importa. No sabe cómo se siente su Dominante acerca de la situación de ella, pero de nuevo, importa, ya que está allí para cuando ella lo necesita y viceversa.

Para una mujer de edad madura, con seguridad, parece que sabe muy poco. Sin embargo, lo que parece claro, es que hay más preguntas que respuestas en este momento.

Nota: A través de unos mails que su marido le curioseó a escondidas, descubrió la otra relación de su esposa. Esa mujer angustiada y anónima me pidió, por favor, que publicara estas angustiosas vivencias.

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