La palabra “coño” es un tabú en
la sociedad. De hecho, es una de las pocas palabras que provocará que una
empresa de TV utilice su “beeper,” incluso después de romper aguas. “Coño”
no era una palabra que realmente figurase en el vocabulario de esa sumisa hasta
hace un par de años. Si alguien le hubiera dicho en aquella época que
fácilmente, y de buena gana, se referiría a sí misma como el coño de su
Dominante, o este coño, entonces ella se hubiera reído en su cara.
Ella había pasado un proceso de
aprendizaje masivo sobre sí misma, un proceso que apenas estaba empezando a
reconocer. En primer lugar, se trataba de aprender a referirse a sí misma en
tercera persona, como esta chica. Para empezar, el hecho de que su Amo
se refiriera a ella en todo momento, de esa manera, fue difícil que ella se
acostumbrara. Al usar esa terminología para referirse a sí misma, fue aún más
problemático. No es difícil pensar y escribir “esta chica,” pero decirlo en voz
alta en una conversación normal, es más desafiante.
Pero, a lo largo de los meses, ha
descubierto gradualmente que puede convertirse en la norma, cuando la otra
persona en su relación siempre use esos términos. Pero usar palabras, que
alguna vez considerara despectivas para describirse a sí misma, requiere algo
de tiempo para acostumbrarse.
Para empezar, una vez en un lugar,
inducida por el sexo y el orgasmo, ella se sentía bien llamarse a sí misma
puta, o perra, o incluso coño. Pero, generalmente requería que su Dominante
dirigiera la conversación, y que le repitiera quién era ella. Al poco tiempo,
eso suele cambiar.
“Siento que estoy empezando a
aceptar mi sitio en nuestra relación. Soy su sumisa, su propiedad. Lo que, es
más, soy esa guarra – mi conducta con él es guarra y lo que es más, me encanta
ser esa puta. Pero no soy solo su puta, actualmente reconozco que mi cuerpo es
suyo y soy su perra. Esta misma mañana durante el sexo, mi instinto animal se
hizo cargo y ambos tuvimos claro que, en ese momento yo era su perra – no sólo
actué de esa manera, sino que le dije sin preguntarle que yo era su perra.”
Durante las últimas semanas,
también parece que ha comenzado a abrazar el coño que lleva dentro. Siempre
está lista para Él, para ser tocada, pero también para ser follada. Los
agujeros que viven dentro de ella, pero que le pertenecen por naturaleza, son
de Él. Ella es su coño, ya sea el coño boca, el coño coño o el ano coño. Eso es
lo que ella se siente y dice ser, y está orgullosa de ese hecho.
Este viaje ha sido emocionante y
excitante, pero a veces, muy difícil. Ella duda de que alguna vez deje de
aprender a ser sumisa de su Amo, pues tiene muy claro que el lugar en el que
está ahora, es como Su coño. Lo que, es más, los términos en los que solía
sentirse humillada son ahora la norma. No son palabras, son la realidad de ese
coño, esa sumisa. Es más, la excitan.
De alguna manera, esto ella lo
siente como un círculo vicioso.
me siento reflejada
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