¿Qué entiendo por sumisa? Permítanme que lo exponga de la manera más
sucinta que pueda. Para mí, si una mujer es sumisa, significa que puedo poner
mi mano en su falda en el momento que yo quiera. Ella no va a decir: “Basta.
Hay gente que está mirando.” Ella no va a decir: “No estoy de buen humor.” Ella
no va a decir (lo peor de todo): “¿No puedes pensar en otra cosa?” Porque, al
ser sumisa, tiene que estar siempre preparada para decir que sí.
¿Tienen las mujeres alguna idea del increíble sentido de libertad y
poder que un hombre tiene sabiendo esto? Es tan increíble que me pregunto: ¿por
qué no son dominantes casi todos los hombres? ¿Quién no quiere sentir de esta
manera? Ocasionalmente, incluso he estado tentado a pensar que todos los
hombres deben, de hecho, ser dominantes, sólo que algunos carecen de las
agallas suficientes para demostrarlo. Y, entonces, recuerdo a las mujeres que
me han hablado de su intento por explicar a sus parejas lo que ellas quieren,
lo que realmente quieren. Y se encontraron con la sábana de la incomprensión e,
incluso, con una abierta hostilidad y disgusto.
Por lo tanto, parece que hay muy pocos dominantes afortunados que sienten así, que llegan a tener relaciones
sexuales de la manera que ellos quieren, cuando lo quieren, que no tienen que
negociar, no tienen que mendigar o engatusar, no tienen que pretender
sentimientos que no tienen o ser amable de una manera deshonesta.
Lo importante acerca de la D/s es que el tema del sexo se resuelve.
Usted no tiene que empezar de cero cada vez, presionando para ponerse en la
posición más ventajosa para conseguir lo que quiere. No hay ninguna negociación
ni regateo. El sexo no es un premio por un buen comportamiento o la negación de
un castigo por mal comportamiento. Ella ya lo ha dicho, dime lo que quieres y
lo haré. El sexo no está de pie por algo más. Está por sí y en sí mismo y cada
uno de vosotros ha decidido que lo que funciona para ustedes es cuando una
parte toma el control.
Pero que nadie se equivoque. Ser dominante no es tener una licencia
para ser un imbécil. No veo que un dominante tenga menos obligaciones que un
hombre vainilla para hacer todas las cosas que a las mujeres les gustan. Tratar
y ser encantador, respetuoso y atento y un buen oyente, así como un buen
conversador, alguien que no pierda la cabeza, como una válvula de escape, si
ella empieza a llorar. Y sí, alguien que comparte también las labores de la
casa (cocinar es algo dominante, ¿no crees?).
No estoy seguro de cuán relevante pueda ser esto, pero Jane Smiley
tiene una interesante descripción de uno de sus personajes en la novela “Vida privada.” “Él era uno de esos
hombres del que las mujeres más inteligentes se mantenían alejadas, hombres que tenían algún interés por las
mujeres, y los observaba y sabía lo que ellos estaban pensando.” ¿Por qué las
mujeres se tenían que mantener alejadas de esos hombres? Puede ser que ella lo
explique más adelante en el libro; no he llegado allí todavía. Tal vez sea
porque las mujeres pueden perder sus corazones con estos hombres. Y esto es
siempre peligroso. Pero, yo creo que esto es lo que las mujeres realmente
quieren; alguien que sepa lo que ellas están pensando. ¿No es verdad?
Creo que a muchos hombres les gustaría ser dominantes o más dominantes de lo que son, de hecho hay artículos en blogs y webs donde dan consejos de cómo conseguirlo.
ResponderEliminarHe escuchado a muchos quejarse de que a las mujeres nos gustan los hombres malos, los que nos hacen sufrir, quiero decir en conversaciones vainillas no en temas D/s, y aunque tienen razón, no es tan simple como parece porque la mayoría no tiene en cuenta es que a parte de ese lado perverso que tanto nos atrae del “hombre malo” , ante todo nos tiene que inspirar confianza, saber que vas a estar dominada pero ante todo protegida y no vas a resultar dañada en ningún sentido.
Saber lo que piensa un hombre es sencillo,pero una mujer..., no existe ese hombre, ni vainilla ni dominante.
ResponderEliminarBuenas entradas.
Saludos.