miércoles, 5 de junio de 2013

¿Soy una mujer sumisa?

Así pues, ¿quieres que te diga cómo puedes saber si eres una mujer sumisa o no? Preguntarle a alguna persona si eres sumisa es como preguntarle a un ciego de qué color es tu vestido. ¿Hay algún indicio mágico en Internet que pueda decir que eres sumisa o esclava? Lamentablemente, no y no creo que tampoco a algunas mujeres les gustara escuchar esos indicios sobre ellas, si existieran. La sumisión no es algo que se pueda encontrar en un libro de autoayuda o en un profesional de la psicología. La sumisión es una llamada, una vocación.

No, no es el mismo tipo de vocación de la que habla la religión, sino similar. Algunas personas encuentran la sumisión como una forma natural de vivir; algo que les llega a ellas de una manera fácil y sencilla. Ser una sumisa natural significa que tienes algo innato e inherente en ti misma que te predispone hacia la sumisión. Otras mujeres tienen que aprender sobre la sumisión paso a paso. Otras han escrito en sus propios blogs sobre su aprendizaje a ser sumisa a través de sus propias experiencias. Cuando sientes dentro de tí que eres más feliz cuando te sometes a un hombre, es cuando realmente te das cuenta que eres sumisa. No hay ningún secreto en ello.

Escuchar tu propia voz interior, tiende a ser la cosa más dura. Es probable que hayas llegado a este blog porque alguien te dijo que eres sumisa y quieres saber más sobre la sumisión (o Dominación y sumisión) o has escuchado esa voz interior y tienes esa curiosidad innata por saber lo que significa. Espero que estas palabras te puedan ayudar a salir de aquí con una cierta comprensión de la sumisión y cómo saber si eres sumisa o no.

Tu propia voz te llevará a reflexionar, no dudes sobre ello. Confía en mí, cuando digo que no  puedes ser sumisa si no tienes las inclinaciones básicas para servir y el placer emocional de estar disponible para servir. Una vez que tienes esto claro, estarás bien situada para saber que eres sumisa.

Vamos a echar un vistazo a los cuatro siguientes espacios para ayudarte a determinar si eres sumisa o no. Sin embargo, el aplicártelos, te ayudarán a trabajar en pro de tu propia situación personal.

Saber que eres sumisa, te crea un aspecto mental sobre ello. Cuando piensas en servir a los demás, ¿te sitúas en una posición pacífica? Si sientes que es como algo lógico hacerlo, probablemente, lo seas. Cuando una mujer descubre que es feliz siendo sumisa, normalmente, deja de luchar contra ello y acepta ser feliz.

También puedes tener una conexión espiritual con la sumisión. Muchas veces, algunas  sumisas describen la conexión con su dominante como si estuvieran orando. Sienten una especie de poder de conexión   cuando le agradan. Usted puede tener una sensación de felicidad muy completa y feliz al pensar o participar en servirle.

El conectar con la sumisa interior puede tener también una respuesta emocional. Puedes llorar sin control o sonreír tanto y tan a menudo que hasta tus mejillas te pueden llegar a doler. Hay una señal clara de que eres sumisa, cuando  puedes considerar que estás al servicio de otra persona y que tu corazón te duele por necesidad. Su respuesta emocional puede ser normalmente la respuesta más fuerte a los estímulos de sumisión que seas capaz de experimentar.

Por último, cuando eres sumisa, desarrollarás una respuesta física a la dominación ejercida sobre tí. Para muchas sumisas, esto es la excitación sexual, pero pudiera ser también la necesidad de obtener una respuesta física y hacer algo para acércate más hacia esa dominación. Muchas sumisas han  tenido momentos, en los cuales, se sentían perfectas cuando solamente escuchaban el impulso primario al arrodillarse o al besar la mano de su Dominante o hacer algo para servirle.


Sentir todas estas cosas en un momento u otro, normalmente significa que tienes una mentalidad sumisa. Puede suceder todo a la vez, pero, en los momentos que suceden, deberías intentar de alimentarlos. Desarrollar un servicio que puedas ofrecer a alguien más, como el voluntariado y, desde luego, si además, exploras una relación con la Dominación y la Sumisión en su núcleo. Puedes llegar a descubrir la vocación que estabas oyendo en tu interior, de una manera u otra… o todo lo anterior. Pero,  solamente, tú puedes saber si la sumisión es el camino correcto para tí.

4 comentarios:

  1. La propia aceptación de la sumisión no es fácil, al menos para mi no lo fue, es un camino largo y lleno de aprendizaje, sobre la D/s y sobre nosotras mismas, que no termina nunca, siempre hay un paso más que dar, puedes intentar acallar esa voz interior, no hacerle caso pero eso no sirve ya que siempre vuelve, animándote a descubrir y a aceptar y cuando por fin decides escucharla y aceptar tu vocación te sientes liberada, sientes que este es tu camino y ya solo queda servir.

    Gracias por la entrada, me ha encantado tu manera de explicarlo.

    Un saludo Ben Ali.

    buttercup

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  2. Hay muchas respuestas a la pregunta de este post, pero, la básica y más importante, es descubrir la necesidad interior de servir. A partir de esta respuesta, el ámbito de la entrega y los matices de la misma, es enorme...

    Me ha gustado tu comentario y vivencia personal...

    Saludos,

    Ben Aíl

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  3. Es una pena que haya que mantener oculto tu condición de sumisa, porque no es algo para avergonzarse,aunque los demás lo vean así, y para mi es todo un orgullo ser lo que soy







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  4. mantener oculto? si, claro. No es cuestión de avisar a todo el mundo. Pero la sumisión se hace en la relación, en su interior, se vea fuera o no. Los demás a quién le importan?

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