martes, 6 de octubre de 2015

Cómo dominar

El trabajo de un dominante es llevar alegría a aquellas personas que se someten. Hay otras consideraciones prácticas. La disciplina, la orientación, la morbosidad y los significados que envuelven a los protocolos y los afluentes que fluyen de ese río que terminan con el sometimiento de la otra parte.
Algunas luchas internas deben ser compartidas con honestidad y las demás deben seguir siendo el peso de la persona que lidera. Esta es la esencia de la dominación. Saber cuándo hablar y cuándo escuchar. La disciplina es demasiado fácil. Saber cuándo llevarla a cabo y cómo, a menudo, es difícil.
Los hombros del dominante llevan las cargas de quien lleva el collar. Es una gran responsabilidad y no debe ser aceptada sin mucha previsión y consideración. ¿Sabe usted cuándo castigar y cuándo alabar? ¿Puede usted manejar y tranquilizar todos los miedos de su sumisa? ¿Podrá usted luchar contra los demonios de ella, a la vez que usted está luchando contra los suyos?
Si usted es un dominante nuevo, debe ser lo suficientemente fuerte para ambos. Si usted no es así, no solamente corre el riesgo de romper a la persona que se inclina, sino también de “romperse” a usted mismo. Y si usted es un dominante irreflexivo, entonces, caigan todas las maldiciones sobre usted.
Nadie debe tomarse las esperanzas y los sueños de sumisión o la sumisión a la ligera. Usted sostiene a un alma en la luz cuando domina a otra persona. Algunas veces, usted presiona a su alma hacia la oscuridad. Usted siempre es responsable de los resultados – en relación a los juegos que se realizan en las sesiones y del nivel de satisfacción que ambos reciben de esas intensas conexiones que solamente vienen de la inmersión total en el servicio dado y recibido. Sin olvidar que, muchísimas veces, esas conexiones van envueltas con una empatía muy profunda.
Pisa con cuidado, porque los caminos que andamos en la D/s suelen ser resbaladizos. Nunca dejes de prestarle toda tu atención a tu pareja. Cuando pierda los estribos, si ello sucede, discúlpate. Sé un ejemplo. Sé una roca. Sigue adelante. Sé adaptable. Gánate tu posición y no esperes nada de tu sumisa que no le hubieras pedido en su propio viaje.
Usted es el marco, el cimiento. Usted se mantiene en el nivel más alto. Aquellas mujeres sumisas que se someten son porque ven en usted la seguridad, la aventura, el cumplido y la paz. Déle a ella esas cosas, porque ese es su trabajo.
Usted sirve a quien se somete. Honre el regalo que le han dado con todo lo que es usted. Demuestre su valía.
Una carta a mí mismo, porque ella es preciosa para mí.

3 comentarios:

  1. Exacto, tú mismo lo has dicho. "Gánate tu posición".
    Algunos dominantes cuando una mujer no accede a lo que le pide, aunque sea simplemente decirle dónde trabaja, no entienden que el error ha sido del dominante por preguntar antes de ganarse la confianza de ella.Porque una mujer que dice su trabajo a un hombre dominante que no conoce de nada está arriesgando mucho.

    Entonces, salen a la carga contra la mujer y la acusan de cerrada o cualquier otra cosa. Algunos lo hacen con un lenguaje educado.
    Es como la fábula de "La zorra y las uvas".
    Mucha reflexión les falta a los dominantes que circulan por la red.
    Con todos mis respetos
    rarita

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  2. Creo que quien sea su sumisa debe ser muy afortunada de tenerlo como su dominante. Usted parece sacado de una historia, y sin embargo,sus escritos hablan mucho de lo real que es Ben Alí.

    Gracias por permitirme aprender cada vez más con cada entrada de su maravilloso blog.

    Cindy

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  3. USTED ES LO MAXIMO SEÑOR BEN ALI...

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