lunes, 12 de octubre de 2015

No digas ni una palabra

Ven aquí.
No quiero oír tu voz a menos que digas: “Sí, señor.”
Quítate el encaje antes de que yo lo rompa con mis dientes.
No me mires.
No me toques.
Porque esta noche eres mía.
Escribiré mis deseos con mi lengua sobre cada centímetro de tu piel.
Te susurraré entre los sabores de tu húmedo deseo lo que voy a hacerte.
Mis corbatas serán los accesorios para tus tobillos y tus muñecas.
Te haré lo que yo quiera, como quiera y donde quiera.
Me sumergiré en tu boca, si eres buena. Te permitiré que saborees mi gran pecado.
Elijo resistir y te voy a probar. Te tocaré y me burlaré de tí en el pináculo del climax y luego, me alejaré.
Vas a ver mis manos manipular tu deseo palpitante, pero a centímetros de distancia. No me lo vas a mendigar. No me lo vas a pedir.
Después de que yo haya recorrido tu piel bromeando con los chasquidos de mi lengua, rodeando tus pezones endurecidos y a lo largo de tu humedad desbordante, me inclinaré para mirarte. Muy cerca. Me quedaré a un palmo de tu cara, de tu piel, mientras que absorbes el aroma de mi destreza masculina.
Temblando por dominar tu hambre, tus pechos brillantes y agitados senos me necesitan, tu deseo por mí, tu anhelo.
Tendrás que gritar mi nombre y pedirme que te coja.
No.
Si haces lo que te pido, mientras del prólogo de mi apetito de la historia principal, comprenderás por qué hacer lo que te digo, es la única opción.
Te penetraré sin piedad. Penetrar y liberar tu deseo húmedo, a punto de explotar, mientras las olas de las sensaciones se estrellan a través de tu cuerpo… el clímax rodante sube y baja hasta que eres superada por el puro agotamiento de la consumación total.
Entonces es, cuando te mostraré el verdadero significado del lobo desatado.
Romperé el cabecero, destrozaré la cama y, cuando finalmente devore el último bocado del delicioso placer de tu mente, cuerpo y alma…comprenderás lo que es alimentar a la bestia.
Vas a ser follada de formas que nunca has soñado, con una fuerza de la que sólo has oído hablar y que nunca has creído posible.
Estoy a punto de demostrarte el significado de ser follada sin sentido.
No digas ni una palabra. Porque, de nuevo, no serás capaz de pronunciarla.


1 comentario:

  1. Leyendo sus palabras hoy no queda duda de lo que soy y de quién soy...

    Cindy

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