sábado, 25 de marzo de 2017

El valor de mi dominación y mi valor

Todos hemos recibidos regalos en nuestra vida. ¿Has pensado alguna vez lo que hace a un regalo valioso para nosotros? Te puedo decir una cosa, no es la etiqueta del precio, lo que da a un regalo su valor, es simplemente el valor del dador y el lugar del receptor del mismo.

Hay un viejo dicho: “¿Qué puedes conseguir de una persona que lo tiene todo?” La razón por la que lo digo es atemporal, es porque la esencia del sentimiento es lo que das a una persona, la cuál ya tiene tanto, que va a ser de algún valor para ella. La clave de esto es el valor para ellos. Puesto que el valor es a la vez una cantidad monetaria conocida y tangible y una percepción ambigua de una respuesta emocional hacia algo.

La razón por lo que cosas como la pintura, los libros de comics, una foto personal de ella desnuda, las entradas para un espectáculo, etc., se hacen extremadamente valiosas, es debido a la escasez del producto y a la inversión emocional que la gente coloca en esos productos. Un Picasso vale tanto en cuanto que alguien esté dispuesto a pagarlo. Eso se llama valor justo del mercado.

Ahora, vamos a hablar sobre los regalos que los dominantes y las sumisas se dan el uno al otro. Se ha debatido si cualquier conjunto de acciones que uno otorga hacia otra personas es un regalo o simplemente una parte natural del ser en una relación. Creo que, para mí, es un regalo, tanto lo que recibo como lo que doy. Aprecio su valor, porque reconozco la escasez de lo que se está dando y la inversión emocional que se ha puesto en ello. Tanto los actos de sumisión que mi sumisa realizará bajo mis órdenes, como los actos de dominación y cuidado que yo le daré a ella.

La razón de mi dominacion es de gran valor,  debido a que no es fácilmente duplicada por otra persona y porque la valoro y la considero sagrada. Puesto que yo no la daría con facilidad. La escasez y la calidad de mi dominacion le da un valor intrínseco por sí misma, pero el valor cuantitativo y real vendrá de lo que mi dominación signifique para mi sumisa. En los confines de nuestra relación, ella colocará su propio valor sobre lo que está recibiendo. Del mismo modo que yo lo haré sobre sus servicios y entrega.

Todos hemos oído a alguien decir que se siente infravalorado en una relación. Cuando una de las partes se siente de esta manera, siempre es una situación triste. El lado positivo es que el valor en una relación está siempre en un estado de cambio y, una vez, que se empieza a entender cuál es el valor de una persona y lo que la hace valiosa para tí, entonces puedes trabajar continuamente en incrementar el valor de tus acciones hacia ambos. La comunicación, el honor y el trabajo juntos, no solamente a la altura de los dones estimables que ambos constantemente intercambiáis, sino creando una relación que sea rica por sí misma y hacerla donde ambos la valoréis, porque se entiende que no se puede encontrar con facilidad y la inversión emocional que pones en ella (valor perceptivo).

La razón, por la que duele después de una ruptura, no es sólo por el amor y los deseos que se perdieron, dado que ambos pierden algo que era un gran valor personal para ellos y deja de ser de valor para ellos.

Pregúntate lo que vales y encontrarás a alguien que esté dispuesto a honrarte con su valor y hónralo también y sé fiel a su valor. Si piensas que alguien es increíble, valioso para usted y le trae objetivos y alegría a tu vida, muéstrale tu aprecio y vive conforme a ello. Pues, si existe una cosa que mantiene a las cosas funcionando en la vida, es cuando se produce un intercambio justo. A nadie le gusta ser estafado, esto incluye también el intercambio entre las sumisas y los dominantes.

El valor de mi dominación y el amor que doy es muy alto ante mis ojos, quiero que mi sumisa comprenda ese valor y yo sienta lo mismo acerca de su valor.

Evalúa al otro y honra su valor. Trataros el uno al otro bien, siempre.

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