A veces, las citas pueden ser
increíbles. No importa tu edad, género, orientación sexual o cualquier otra
etiqueta que puedas colocarte. Puede ser agotador trabajar en un circuito de citas.
Seguro, con Internet a nuestra disposición, podemos buscar con mucha más
rapidez citas potenciales que las redes pervertidas. Existe Tinder, Fetlife,
Okcupid y más de mil millones de maneras de encontrar gente en esta conectada
base de datos de desviados decrépitos de deseos viles. Pero no importa cómo te
encuentres con alguien, todavía tenéis que conoceros el uno al otro y averiguar
si se puede llevar a cabo entre vosotros dos.
Cuando inicialmente nos citamos,
nos revelamos despacio unos a otros, esperando que los demás aprendan a
intrigarles y no hacerles decir “comprueba, por favor.” En el mundo de los
pervertidos, el citarse es muy complicado.
Porque puedes encontrarte con alguien y te golpee a lo grande. Las chispas
se disparan con la atracción mutua, la conversación fluye con facilidad, la
risa viene con rapidez y te sientes cómoda y feliz ante la presencia del otro. Pero, luego viene ese momento
incómodo, cuando empiezas a hablar sobre lo perverso. Porque ser pervertido,
está tan marginado y es tan poco frecuente en nuestra sociedad, pero al mismo
tiempo, nuestra pequeña comunidad es tan abierta, que existen pocas razones
para esperar o no. Por lo menos, tener una charla para comprobar si sus
dobleces colectivas pueden trabajar juntos.
Si eres un sádico duro que
siempre estás en el límite durante las sesiones, con juego de sangre y
rompiendo a tu sumisa emocionalmente, donde el terror cae sobre ella como un
animal perseguido, entonces, queda con una sumisa dulce y jovencita, que sólo
quiere que le digan lo que tiene que hacer en el dormitorio, arroparla por la
noche y tener sesiones de azotes suaves durante el sexo, no podría ser una
buena opción para usted. Incluso, si tuvieras que azotarla en todos sus
aspectos vainilla.
La clave para encontrar un buen
partido, no se trata de encontrar a alguien que le guste las mismas
perversiones que las tuyas, más bien como lo demás, se trata del compromiso y lo que tú estás deseando vivir o
estás dispuesto a explorar. Cualquier relación sana trata sobre la comunicación
y aprender las necesidades y deseos de cada uno. Una vez que hayas conseguido
eso, entonces, procura dar algunas veces y recibir otras. No hay dos personas
que vayan a gustarle las mismas cosas, independientemente, de la cosa que sea. Puede que te encante el Betis y
ella repudie el fútbol, pero si no se puede vivir con eso y respetaros el uno
al otro, entonces puedes hacer que funcione. Algunas personas nunca podrán
hacer que funcione algo por el estilo.
La perversión, es tan vasta y variada que, contra más oscuros sean tus fetiches o más te inclines a actos extremos, menor número de participantes que estén dispuestos a hacerlo vas a encontrar. Eso está bien, pero hay que ser fiel a sí mismo y saber qué es lo que necesitas de un juego sexual con alguien, frente a lo que quieres de esa sesión.
Necesito tener un intercambio de
poder. Eso es un absoluto, nunca volveré a tener otra vez una relación sin
intercambio de poder. Quiero estar con una masoquista, pero no necesariamente,
necesito que mi sumisa lo sea. Yo podría vivir felizmente sin ello, si esa
persona satisficiera lo suficiente mis necesidades, para que yo pudiera
renunciar a mis deseos. Lo mismo sería para ella, que tendría que preguntarse a
sí misma, si yo puedo proporcionarle cualquier perversión o dinámica vainilla
que ella esté buscando. Si ella estuviera en el mundo de las agujas, el juego
de la sangre, los azotes brutales sin ningún cuidado posterior y ser humillada
en público, tendría que decirle por adelantado, que no soy su hombre. Pero, si
ella necesita ser dominada con una mano cuidadosa, a veces, disciplinada con
azotes, que no se cruzara en el lado pesado de su cabeza y estar con alguien
que mentalmente la dominara con facilidad y como pudiera físicamente, entonces,
escogiste a un vencedor. La conclusión es, citas, relaciones, e incluso, tratar
de conectar con alguien (si ese es el tema) es difícil. No importa qué tipo de
persona seas, citarse va a ser difícil a veces, pero cuando añades una lista de
fetiches para negociar a través de ellos, bueno, levanta un par de taburetes de
la barra, pide un par de copas y disfruta con un pequeño juego al que llamo
“Muéstrame tu perversión que yo te mostraré la mía.” Luego, cruza los dedos y
espera lo mejor.
Diviértete tratando de buscar a
tu pareja y levanta su perversión, ve con cuidado, porque hay muchos lobos en
esta selva. La gente sale a cazar.
Me ha encantado este esctito, muy cierto todo. Es difícil buscar y confiar! Ese es el problema la caza... Jaja. Animo y paciencia a las todas personas que están en el pajar!!:D
ResponderEliminarA.
Todo el mundo sabe que la mentira es la gran dominante en internet...en el caso de nosotras las mujeres, los hombres adaptan su comportamiento a la persona que encuentran al otro lado con el fin de conseguir un único propósito final: follarse a una tía que esté lo más buena posible. He visto muuuchas veces a dominantes "vocacionales" convertirse en tiernos gatitos ante la perspectiva de una foto prometedora, y tantas barbaridades, tantas...si pudiesemos armarnos con un radar con la finura suficiente como para captar señales de vida inteligente en otros planetas quizás mejorase la cosa...
ResponderEliminarPaciencia sí :)