martes, 6 de julio de 2021

Azóteme

 “Vamos… ¡Adelante, hágalo! Me encantan que me azoten, es el ruido, ese ruido reverberante cuando su mano conecta con mi carne y el hecho de que su mano, no un látigo o una fusta, sino su mano sobre mí. Me deja mojada, palpitante y necesitando ser llenada. Me encanta sentirlo, quiero sentirlo, necesito sentirlo, tanto como él ama hacerlo, quiere hacerlo y necesita hacerlo.”

 “Su mano en la parte trasera de mi cuello, me presiona hacia abajo sobre sus rodillas, su agarre firme y controlador. Su otra mano recorre la parte trasera de mis piernas y se introduce por debajo de mi falda. Durante un momento masajea, cada nalga a su vez, agarrando puñados de mi carne y apretándola, frotándola y amasándola…Gimo, mientras levanta mi falda, exponiéndome, e instintivamente me preparo para lo que supongo que vendrá después, pero también me sorprende que él continúe frotando, apretando y amasando mi trasero desnudo. Gradualmente, empiezo a relajarme y a disfrutar de las sensaciones de sus manos cálidas y fuertes sobre mí. Mis ojos se cierran y cuando sus dedos rozan los labios de mi coño, gimo en voz baja. Ahora, estoy perdida en este momento, su toque sobre mi carne, cariñoso, tierno, íntimo… me lleva un momento darme cuenta de que se ha detenido, que su mano se ha ido, que mi trasero está desnudo una vez más, sin ropa, y sin mano. Un escalofrío recorre mi columna y me muerdo labio, conteniendo la respiración mientras espero…”

 “Azóteme.”

 “¡Ohhhhh, por favor…!” Grito y él hace una pausa…

 “¿Sí, puta?”

 “No respondo, bueno, no con palabras, gimo y me muevo en su regazo y se ríe, y baja de nuevo su mano, última y firme palmada en mi piel picante que ya arde. Mi trasero ahora está brillante, ardiendo, picando, magullado y tan, tan sensible que solo el toque de su mano, tan ligero como una pluma, acariciándome, me hace gemir y lloriquear bajo su mano… la mano que me castiga y me da placer, que me enseña y corrige, que me ama y me acaricia, la mano que amo, esa mano que me posee…” le detallaba el encuentro a su Dominante.

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