Mañana por la noche, ella verá a su Dominante. Inusualmente para ambos, el Destino les ha ofrecido la oportunidad de pasar una noche juntos, sólo una semana después de la última vez. Él está haciendo un cursillo profesional y necesita quedarse en un hotel, y dicho establecimiento es fácilmente accesible para ella después de su trabajo.
Ella ha estado muy ardiente durante todo el fin de semana. No está segura si es debido, porque sabe que lo verá, o debido a sus hormonas. Como tantas otras mujeres de su edad, ella es perimenopáusica (último periodo después de tres meses, sofocos, antojos de comidas extrañas, etc.) y, por lo tanto, sus hormonas están dispersas por todas partes. Recientemente, no ha tenido necesidad de atender a su conejo, puesto que no le ha preocupado demasiado el orgasmo, dado que el fin de semana pasado se ha sentido diferente. El nuevo estado de su relación ha significado, como dijo ayer, que Él ha estado incluso más atento a sus necesidades de lo habitual. Sin embargo, este fin de semana ella ha estado viendo BDSM porno. Muy inusual en ella.
Las cosas que anhela y espera experimentar mañana:
Sus dedos. En su clítoris, mientras se besan. A Él, le gusta el acceso rápido a su vagina y, generalmente, lo consigue. Ella llevará un vestido y cree que podría ponerse medias antes de conducir y, luego, los tacones cuando llegue al hotel donde la espera. El hecho de que estos detalles exciten a su Amo, la humedecerá mientras conduzca hasta allí.
Dolor. Mientras Él le retuerce sus pezones y la azota. Este fin de semana, ella ha estado pensando sobre las pinzas en sus pezones y en ese dolor especial que se extiende a través de los senos y el clítoris. En su afán por avanzar más en su sumisión, está considerando perforarse los pezones, porque le consta que esto le encantará a su Dominante. La combinación del dolor de los pezones y la presión sobre su clítoris debilita sus rodillas, si ella está de pie.
Su pene. Ella supone que debería anteponer esto primero, pues espera tener su boca llena muy pronto, justo después de llegar. Ese sabor salado, pero también dulce, ya que el primer líquido seminal que rezuma es una cosa favorita. También la sensación de la punta golpeando la parte posterior de su garganta, y provocándole náuseas. Si ella está enamorada de una parte de ese hombre, es probable que sea de su pene. Es buena y, por supuesto, él es consciente de ello.
Su verga. Dentro de su coño. Mientras la empuja, y ella tiene que estirarse para acomodarla. Esa es una sensación asombrosa. A ella, le encanta estar unida a Él, sentirla dentro. A menudo, no se corre dentro de su coño, pero cuando lo hace, casi la deja en el olvido.
Su polla. Presionando dentro de su trasero. Despacio, la dilata lentamente. Entrando de una forma tan especial, como nadie ha hecho. Esa parte del tiempo de ambos juntos es sobre su propiedad. Cuando su polla está dentro, Él la posee, ella es su zorra. En ese preciso momento, no hay duda de quiénes son. Él es su Dominante, y ella, su sumisa.
Cuando al día siguiente se vaya, ella recordará las cosas que han sucedido y las palabras que se han dicho el uno al otro. Mientras conduzca, ella se retorcerá sobre el asiento y el respaldo de su automóvil. Podrá saborearlo todo, el recuerdo de sus manos, etc., pero sobretodo, podrá sentir las sensaciones de su miembro en su trasero. Esas sensaciones y recuerdos permanecerán con ella todo el día, por lo menos.
Es una delicia leerle, Señor Ben Alí.
ResponderEliminartara
Es que me lees con buenos ojos. Con que te guste y saques provecho de mis escritos ya me haces feliz.
EliminarBuen día