domingo, 18 de diciembre de 2016

Cuando...

Cuando estás en la ducha, el agua rociada golpeando rítmicamente tu espalda, el calor del agua esparciéndose lánguidamente por tus músculos…

Cuando pasas las manos entre tus piernas, las pompas de jabón se deslizan y se rompen bajo tus dedos tentadores…

Cuando sientes que algo cálido empieza a deslizarse por tu pierna…

Y tu espalda se arquea, tu coño se convulsiona y piensas, “¡Dios! ¡Otra vez me he cortado mis labios, estoy sangrando!”

Usted pensará que, después de 20 años, ella no ha aprendido a rasurarse en la ducha.

1 comentario: