martes, 6 de diciembre de 2016

Las marcas no son mi meta


Los moratones no son mi meta y si tienes una sesión conmigo, tampoco deberían ser las tuyas.

“Golpéame hasta que veas los moratones.”

Frases como ésta pueden matar un momento para mí. Especialmente, si es durante la mitad de la sesión. Si eres lo suficientemente lúcida para pedirme que te haga moratones, entonces, estoy haciendo algo realmente mal o tú estás demasiado centrada en tu foto posterior.

Como dominante, al azotar, la única cosa que está en mi mente, eres tú. Me estoy asegurando de que, lo que compartimos, sea un disfrute mutuo. Quiero llevarte a ese lugar donde dejas de pensar y, simplemente, te permites sentir. Donde puedas dejarte llevar y perderte en las sensaciones.

Si tengo que pensar en tu petición de marcas, me alejas de mi enfoque. Me alejas del placer que experimento cuando te llevo a ese punto del subespacio. Me alejas algo de la felicidad que siento, cuando te ayudo a conseguir y compartir esa libertad.

Cuando tengo una sesión, soy extremadamente duro. Siempre estoy buscando pistas visuales para asegurarme de que mi pareja está segura. Escucho palabras a través de los sonidos de angustia que me permiten conocer si ella ha recibido lo suficiente. Mi mente necesita estar a punto en un cien por cien. Si estoy centrado en dejar marcas, yo pudiera perder algo y ser descuidado. Nunca quisiera poner en peligro a una pareja de sesión por eso.

Aquí está mi decisión de dejar marcas…

Cuando estoy teniendo una sesión, los moratones no son mi objetivo. 
Dejar marcas en tu cuerpo, no es un testimonio a mi habilidad.
Los moratones no miden tu valor. 
No necesitas marcas para probar que has tenido una sesión.

Me encantan las marcas. Me encanta provocarlas y hacerlas. Pero, si he tenido una sesión dura, azotándola con una severidad extrema, y me alejo sin una pizca de prueba sobre su piel, al menos, sé que he llegado a ese lugar donde puedo encontrar la verdadera libertad en la intimidad entre dos personas. La sesión no debe tratar sobre cuantas cicatrices de la batalla te llevas contigo, sino los recuerdos maravillosos de los momentos compartidos con alguien más, con un dominante.

4 comentarios:

  1. Las marcas pueden no ser físicas, pero siempre deben de existir si es prueba de que una sesión ha sido fascinante y maravillosa...

    Cin

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  2. "Golpea hasta hacer un moratón", no soy D, pero se llega a dar el caso y a esa persona le señalo la puerta o le digo que se de así misma. Esa frase invita a los tantos supuestos "nuevos Amos" a perder el sentido de la realidad, el control y abusar de esa sumisa.
    Vamos por muy masoca que sea la gente.. Pedir hematomas es incluso utilizar al D...el spanking que personalmente es el momento de mayor entrega, fundirse con el D.. Me rompe los esquemas de lo que entiendo por Ds.
    Paula

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  3. No me entra en la cabeza que una sumisa pida que le azoten hasta dejar ciertas marcas,aunque alguna habrá...
    Como bien dice si ella está entregada al momento y disfrutándolo es muy difícil que pueda incluso en esos momentos saber lo que quiere.
    Personalmente soy una mujer que hablo hasta por los codos pero cuando estoy sometida a mi Amo,no soy capaz de articular palabra alguna y mucho menos pedir marcas a la carta.
    Saludos

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  4. Pensando una posible solución se me ocurre dejar a la ocurrente sumisa sola y a oscuras en la cama, que se tenga que levantar al baño, se de con el pico de la puerta en la espinilla y ya tiene hematoma.
    Paula

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