Imagine un diamante brillando bajo un
sol radiante. Es un diamante entero, pero se rompe por donde se han hecho los
cortes. Estos cortes reflejan la luz y hacen al diamante más hermoso.
Las mujeres sumisas son como un diamante.
Todas tienden a acercarse para ser rotas como algo que es malo. He leído que
existen muchas sumisas que están rotas. Sin embargo, esa ruptura es la que las
permiten ser más hermosa a medida que sus trozos se agrupan para formar algo
nuevo. Para llegar a crear algo que refleje la luz dentro de ellas mismas. Cada
corte permitiendo que más luz las refleje a ellas mismas.
Muchas sumisas no tienen miedo a ser
rotas. Nunca se convierten en un todo que tenga limitaciones. Cuando pasan por
una transición difícil, una de las cosas que pierden es su futuro, el “plan” de
la manera en que ven las cosas como son y como deben ser. Esto es aterrador, ya
que no tienen idea de cómo seguir adelante, sus expectativas de futuro se
vuelven sin sentido. Se sienten solas. ponen las sonrisas en su caras y le dicen
al mundo y a sí mismas la mentira una y otra vez, “estoy bien,” cuando, en
realidad, ellas no están bien.
Cuántas veces se ha dicho a sí misma:
“Estoy rota, tengo defectos, soy horrible y no me merezco el amor.” Nadie les
dice nunca que está bien ser rota en esos momentos. Nadie les dice que algunas
veces, llorar es la mejor manera de proceder. Está bien no tener todas las
respuestas. Está bien no estar bien. Sí, usted será más vulnerable de lo que
desea, pero es en esa vulnerabilidad donde comenzará a ver la luz. Cuando
finalmente honres a tus emociones, serás capaz de dejarlas ir.
Ahora tienes que hacer una elección.
Tienes que elegir cómo volver a poner todos esos trozos juntos de nuevo. Esta
es una oportunidad para volver a estar nueva. Cada ruptura se convierte en algo
nuevo. Tu futuro puede no parecer nada a como lo era antes de romperte, pero
eso no es malo. No permitas que nadie más te vuelva a juntar los trozos. Haz
tus elecciones. Usted decide lo que le parezca cuando le vuelvan a recomponer.
Es su puzzle. De verdad, ¿quiere que alguien recomponga tu puzzle y atascos en
donde no pertenecen?
Si tienes miedo a que te rompan,
entonces, no estás viviendo completamente la vida que te han dado. Si piensas
que lo has entendido, no puedes crecer, no puedes aprender, no puedes amar, no
puedes ser vulnerable. Ser rota es parte de tu humanidad.
Conviértete en el diamante que refleja
la luz a través de los cortes en su superficie y deja que la luz refleje hacia
afuera.
Que bonito!
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