Si la sumisa se esfuerza por ir más allá de
lo que realmente puede afrontar como sumisa, no pasará mucho tiempo para que
pierda su deseo de servir. La sumisa tiende a esconder sus esfuerzos para ir
más allá de la llamada de su deber, porque, lo único que es obvio en esos
momentos, es el hecho de que se quede sin servicio de vapor. Cuando la imagen
grande es invisible, eso parece nada más que un desafío. Sumisa mala. Dice “no.”
Necesita castigo.
La gente agradable es el camino más rápido
para una sumisa hacia una relación vainilla, porque, cuando el deseo de servir
se pierde, las fuerzas del dominó de su dinámica empiezan a decaer. Solamente conozco
una cura para esto: La comunicación.
Es fácil para una sumisa, agotarse sin
mostrar la primera señal de que se está quedando sin recursos. Todas, menos las
más evolucionadas entre las sumisas, tropezarán con sus propios pies para hacer
felices a sus dominantes. Éstos tienden a hacer sus deseos sabiéndolos con
frecuencia. ¿De qué otras maneras dominarían?
¿Las sumisas? No tanto. Muchas de la sumisas
ponen sus propios deseos en el quemador trasero, especialmente, si son dependientes
y sus dominantes, lectores de mente. Las sumisas tienen que sentir que pueden
hablar como sumisa o su dinámica se evaporará más rápido del tiempo que se
necesita para que su dominante pueda retener su cinturón. Ella debe sentirse escuchada, incluso, si su dominante obtiene ese
150 % de derecho, no podrá compensar su incapacidad para tomarse sus propias
decisiones en serio.
Los dominantes tienen una imagen estúpida de
su trabajo. Llevan una gran responsabilidad en las relaciones con sus sumisas y
no pueden realizar sus roles, a menos que, exista una línea contínua de
comunicación abierta. La sumisa necesita un dominante que comprenda lo que la
agota, donde las habilidades de ella se encuentran como sumisa y lo que
desencadena drenar su energía. La sumisa necesita que su dominante sepa cuánto
tiempo le lleva procesar los diferentes tipos de sesiones. Lo más importante es
que ella necesita que su dominante sepa cómo procesar la vida vainilla hacia la
sumisión, porque, ahí, es dónde se encuentra el mayor reto para ella. Si él no
sabe esas cosas, inadvertidamente, la presionará demasiado y ella perderá su
deseo de servir.
Desprecio el concepto de terapia por
intercambio de poder. La sumisa inteligente no necesita que un dominante la
ayude a superar sus fallos psicológicos. Por otra parte, los límites son muy
difíciles para muchísimas sumisas y éstas necesitan que sus dominantes las
comprendan en profundidad. La sumisión debería potenciar a las sumisas,
debilitarlas, pues la dominación egoísta sólo puede privar de poder. El problema
es que, incluso, las personas más egoístas, pueden dominar egoístamente, cuando
una sumisa está siendo demasiado dependiente para prestar atención a sus
propias limitaciones. Sólo necesitan un fracaso de comunicación para que esto
suceda.
Quita la voz a tu sumisa y, eventualmente,
perderás tu posición dominante en vuestra dinámica. Dále voz a tu sumisa y,
contínuamente, repondrás su deseo de servir. Quita su propia voz como sumisa y
no habrá un alma en este mundo que sea capaz de ayudarte.
Muy interesante este artículo!!!
ResponderEliminarMe ha hecho reflexionar bastante,la comunicación,el respeto y la honestidad es fundamental en cualquier relación.
Saludos