Acuéstame en un campo de recuerdos, un
campo bendecido con las flores de los sueños que se han hecho realidad.
Envuélveme en una manta de brezo bajo el cielo más azul jamás conocido.
Cuéntame la historia de un viaje. Nuestra historia.
No empieces desde el principio.
Prefiero oír el final. Empieza por ayer. Cuando me dijiste que me amabas. No
por la primera vez ni por la última. Cuando me cogiste la mano para darme la vuelta
demasiado rápido.
Cuéntame sobre el día anterior. Cuando
me besaste, como si fuera nuestra última vez. La forma en que me hiciste reír. Ese
pacífico momento, en el que tu
mano tocaba mi cara. Cómo tu sonrisa me saludó primero, apartando mi cabello
del cuello.
Háblame del día en que te enamoraste
de mí. De cómo juraste que oíste a los pájaros cantar. Cuando tu corazón casi
estalló fuera de tu pecho. Cómo recuerdas la hora, hasta los minutos. La manera
en que la luz golpeaba mi cabello y mi sonrisa robó tu aliento.
Por favor, prométeme contarme nuestra
historia. Toda, y cada día. Incluso cuando seamos viejos, y con los
cabellos grises, significará aún más. Cuando nuestros recuerdos empiecen a
desvanecerse. Por favor, cuéntame nuestra historia, incluso cuando olvide de
preguntártelo.
Que bonito :). A.
ResponderEliminarUn deleite leerle.
ResponderEliminar...Y nada más se puede añadir, sólo leer...
Un saludo.
Usted es lo más
ResponderEliminarMe encanta este estilo, señor.
ResponderEliminarDivino.